'Directivos Siglo XXI. Retrospectiva en el tiempo'

José Jaime Navarro, propietario de MainlandPress SL, nos trae en exclusiva un nuevo artículo de opinión. ¡No te lo pierdas!

Foto de José Jaime Navarro

"En el año 1994 del pasado siglo, un artículo en ABC, señalaba que  el directivo del siglo XXI (ya han transcurrido 28 años), tendrá  que compaginar una visión global de la empresa con altas dosis  de creatividad, capacidad para dirigir personas o equipos y unos  profundos conocimientos técnicos. “Nos enfrentamos a una  nueva concepción de empresa, que se sostendrá sobre tres  pilares. Por un lado, un reducido equipo de “cabezas pensantes”  o estrategas, profesionales altamente cualificados y productivos  cuyo éxito dependerá de la capacidad de comunicación y  habilidad organizativa que posean. Por otro, una amplia red de  proveedores, y en tercer lugar, una cada vez mayor fuerza de  trabajo externa flexible. La subcontratación de servicios externos  será una práctica cada vez más generalizada. El directivo, por lo  tanto, tendrá que ser capaz de coordinar de forma eficaz a gente  que trabaje para su empresa, pero fuera de ésta. Dominar las  técnicas de comunicación externa será una de las claves en esta  tarea.”. “El negocio familiar se rige por una serie de valores y  rasgos distintivos, entre los que destaca una gran coherencia de  criterios. Necesitan, por tanto, de una gestión igualmente  eficaz”. 

Lo que se desprende de esta prospectiva, es el acierto de una  tendencia que es ya una realidad. Hoy, salvo excepciones que  deberían corregir de inmediato, las grandes corporaciones y  algunas pymes y mediana empresas ya están en esta sintonía  empresarial. No obstante, algunas gerencias no se han desprendido de las orejeras cuando necesitan desarrollar un Plan  de Marketing o cuando deben incorporar un técnico en estas  disciplinas que dirija el rumbo de la empresa, como parte  integradora de la misma. 

La mayor parte de los directivos padece, en términos  empresariales, miopía (no ven las oportunidades), presbicia  (cortedad de miras) o hipermetropía (no saber trazar el recorrido  hacia el horizonte deseado)".