'El uso de la IA, una cuestión de sostenibilidad'

Artículo de opinión en exclusiva para el Periódico PublicidAD de la mano de Alberto Pascual, Director Ejecutivo de Ingram Micro Iberia, en el cual analiza el papel que juega la Inteligencia Artificial en el ámbito de la sostenibilidad. ¡No te lo pierdas!

"El avance tecnológico, en ocasiones, está desgraciadamente acompañado por la contaminación. Las nuevas soluciones o herramientas generan un impacto negativo en el medio ambiente, ya sea durante su elaboración o uso diario. Si bien la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en catalizador del avance en diferentes industrias, su consumo energético se convierte en una de las principales desventajas. 

A raíz del gasto energético que produce el uso de IA, como son el caso de los modelos generativos como Chat GPT, cuyo entrenamiento de GPT-3 supuso un gasto energético de 78,437 kWh (lo equivalente al consumo medio de un hogar español durante 23 años) se están investigando nuevas formas de mitigar el uso energético para que sea sostenible.  En este sentido hay que tener en cuenta la infraestructura que requiere, que incluye centros de datos, procesadores y otros equipos informáticos especializados y, partiendo de esa premisa, implementar el uso de energías renovables, optimización de estos centros mediante la refrigeración con circuitos cerrados de agua, o la inversión en tecnologías que conviertan a la IA en sostenibles, sin renunciar a la innovación.

De hecho, la IA puede ser un facilitador a la hora de cumplir con los objetivos de sostenibilidad de la Agenda 2030. Según el estudio "How AI can enable a Sustainable Future" de PwC, la IA tiene aplicaciones significativas en la optimización del uso de recursos y la gestión ambiental, especialmente en sectores como la agricultura, la energía, el transporte y en los recursos hídricos. Se destaca en la mejora de la eficiencia energética, la agricultura de precisión, y la predicción y gestión del tráfico. También es esencial en la monitorización ambiental y la prevención de desastres naturales, lo que la hace especialmente útil en la transición hacia una economía baja en carbono y en la conservación de recursos naturales. 

La IA es una herramienta clave para afrontar algunos retos, demostrando su potencial en un campo conocido como ingeniería medioambiental.

Para que esto suceda, se sigue investigando con nuevas formas de uso para que sea más ecológica y reduzca sus niveles de gasto energético. Según un estudio de la Universidad de Pensilvania, se producirá una nueva ola de computación óptica fundada en la creación de semiconductores basados en el uso de fotones, reemplazando el uso de la electricidad, para realizar cálculos con mayor rapidez y en menos consumo energético. Los investigadores afirman que podría ser entre 1.000 y 10.000 veces más rápidos que los chips tradicionales, y en un menor consumo. Un tipo de chips que, según Coherent Market Insights, generará un volumen de negocio superior a los 8.000 millones de dólares en 2030.

La IA tiene la oportunidad de desempeñar un importante papel en nuestros esfuerzos por proteger el medioambiente. Por tanto, desde las grandes compañías como es el caso de Ingram Micro, debemos liderar el camino hacia un futuro tecnológico más verde. Esto incluye invertir en investigación y desarrollo de tecnologías sostenibles, así como educar y empoderar a nuestros clientes y socios sobre las mejores prácticas en sostenibilidad en diferentes segmentos, ya sea en el campo de la IA, como la movilidad sostenible, el uso de energías renovables, así como apostar por la economía mediante  la refabricación, reutilización y reciclaje de dispositivos, concienciando sobre el impacto de la huella de carbono en nuestro compromiso por surtir tecnología al 90% de la población global. De este modo, con ayuda de todos los actores de la industria IT, se empleará la IA con inteligencia ecológica”.