'Contra corriente'

No te pierdas un nuevo artículo de opinión en exclusiva de Juan Manuel Beltrán, Publisher Manager en Massarius, para el Periódico Publicidad.

“Desde hace unas cuantas semanas parece que el derrotismo gana terreno y que el mercado de la publicidad se entrega a negras previsiones y futuros siniestros sin que nadie parezca querer la bandera de la lucha contra esta corriente de opinión. Como suele ser una constante en mi vida, creo que algo hay que decir sobre esta situación y generar un enfoque distinto al que parece haberse instalado en el alma de nuestra profesión. Así me ha ido la cosa. 

Desde 1989 ando metido en el sector de la publicidad y he tenido que pasar por varias crisis estupendas de las que, siempre, he visto salir airoso a este mercado. Es cierto que todos preferimos navegar con vientos portantes amables y seguros, pero en nuestro mundo las crisis son algo que llega de forma recurrente y hay que afrontarlas con las herramientas adecuadas. Cierto es que eso supone trabajar más, buscar buenas estrategias que generen ilusión en los resultados y enfrentarse a cierta desidia que hace bajar los brazos y entregarse a la indefensión. ¡Ni mucho menos!

Es verdad que la guerra de Ucrania marca el signo de los tiempos y que poco podemos hacer para solventar las dificultades globales sobre la escasez de grano y que hay repercusiones en la macroeconomía, pero Europa, y España en particular, cuenta con un tejido empresarial sólido, preparado y capaz de generar alternativas que eviten ese anunciado desastre general. La economía deviene marcada por el signo de las subidas y las bajadas, tiempos malos y tiempos de bonanza, así que no podemos esperar vivir siempre al sol: también hay que saber vivir en el frío y buscarse la vida para seguir generando beneficios a la espera de tiempos mejores.

Podemos, y debemos, trabajar con las miras puestas en las nuevas soluciones, en la capacidad de crear y generar nuevos modelos que nos sirvan para navegar la tormenta. Dejarse llevar por esa dinámica general de indefensión sólo conduce al fracaso. Innovar, probar, argumentar sólidamente y con datos apropiados y coherentes, sirve para reconstruir la moral y abrir nuevos caminos para la eficacia. Nuestro mercado siempre ha sido capaz de hacerlo y las marcas, junto con agencias creativas y de medios, han conseguido mantener a sus clientes y consumidores en niveles  de fidelización, consumo y rentabilidad un poco por encima de las tendencias negativas cuya llegada suele ser algo normal y recurrente. 

En el último trimestre del 22 y primera parte del 23 no se va a acabar el mundo, algo que parece que algunos han olvidado dispuestos a cerrar el chiringuito a la primera señal de tormenta en el horizonte. Es cierto que no hay visibilidad y que la duda domina, pero contra esa duda hay estudios, datos, estrategias, negociaciones alternativas y satisfactorias para ambas parte, pero hay que estrujarse las meninges para dar con ellas: ese, y no otro, debe ser el empeño de todos los equipos y de todas las empresas.

Pensemos que es una buena oportunidad para mejorar la confianza y la colaboración entre clientes y proveedores; medios y marcas; compradores y vendedores que, en el abandono de la actual dinámica de falta confianza entre las distintas partes que componen nuestra vida diaria, pueden encontrar el adecuado ambiente de trabajo para lograr objetivos alcanzables. Del trabajo, la colaboración y la confianza de todos los agentes del mercado, deben salir - y saldrán - alternativas que nos permitan transitar esta época incierta sin haber naufragado en la travesía.

Dicen que no hay nada nuevo bajo el sol y las crisis siempre han sido épocas de grandes creaciones y generación de nuevas estrategias. Pensemos en que somos capaces y empecemos a generar y a vender esperanza, que para abrirse las venas en un Seppuku ceremonial, siempre habrá tiempo: ahora es tiempo para los audaces y los esforzados que luchen contra contra la corriente.

Recuerda: Audaces fortuna iuvat”.