'¿Cómo se preparan las empresas para un mundo BANI?'

Nadja Scherrer, VP and Sustainability/JEDI Strategist en plus305, nos trae un artículo de opinión en exclusiva en el cual habla del negocio y la sostenibilidad desde un punto más técnico.

“En los últimos años, todos nos hemos convertido en expertos en intentar dar sentido al mundo caótico e incierto que nos rodea. El concepto VUCA se utilizó durante mucho tiempo para guiar a las organizaciones en un entorno dominado por volatilidad (volatility),  incertidumbre (uncertainty), complejidad (complexity) y ambigüedad (ambiguity). Sin embargo, desde la pandemia, incluso VUCA ha parecido una descripción insuficiente para definir lo que sucede a nuestro alrededor.

Fue entonces cuando nació el acrónimo BANI. Un acrónimo hecho con la unión de las palabras «brittle», «anxious», «nonlinear» e «incomprehensible». O, en español, «frágil», «ansioso», «no lineal» e «incomprensible». Lo que ocurre, es que los negocios pueden venirse abajo de la noche a la mañana, lo que crea mucha ansiedad tanto en los empresarios como en los empleados. Ahora los consumidores tienen más poder que nunca, la toma de decisiones está guiada por un sentido de urgencia y la planificación detallada a largo plazo no tiene sentido. En resumen, tenemos que acostumbrarnos a no tener el control que pensábamos que teníamos hasta ahora. Las buenas prácticas han caducado.

En un mundo donde las noticias de hoy se convierten en las tendencias del mañana, vivimos tiempos en los que los valores cuentan más que los beneficios o los ingresos personales. Tanto para empresas como para particulares. Porque nos dan una sensación de estabilidad y nos ayudan a navegar este entorno BANI tan desafiante. Allí donde los valores son lo más importante, se da prioridad a las personas, y también al espacio en el que viven: el medio ambiente. Al fin y al cabo, las empresas son sistemas sociales. Son sistemas complejos que viven, respiran y que se definen por una cultura basada en valores inconscientes o creados conscientemente.

Si las compañías, las marcas, quieren tener éxito en un mundo BANI, deben centrarse en el ser humano, deben basarse en propósitos y valores. Desde su estrategia comercial y cultura corporativa, hasta la forma en que se comunican y actúan en el mundo. Adoptar una perspectiva de sostenibilidad al hacer negocios es a menudo un gasto innecesario porque no hay una gratificación inmediata. Sin embargo, si siguen el Triple Bottom Line, se darán cuenta de que la sostenibilidad y la rentabilidad no solo pueden sino que también deben coexistir para la supervivencia del negocio a largo plazo. En un nivel muy básico, podemos decir que los efectos del cambio climático han creado serias dudas sobre la existencia continua de la humanidad. Entonces, ¿por qué todavía hay dudas sobre los beneficios de combinar la sostenibilidad con la rentabilidad?

Simplemente no hay otra solución. Tenemos que repensar lo que significa la economía, el desempeño económico, el capitalismo, y crear nuevas reglas. El PIB no es el único criterio para medir el desarrollo económico. Tampoco lo es el resultado final en las cuentas o la rentabilidad de los accionistas. Tenemos que avanzar hacia una sociedad y prácticas comerciales que tengan en cuenta a las partes interesadas para sobrevivir y prosperar. ¿Qué significa eso? Significa operar un negocio con un enfoque de métricas ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG). Todos tenemos que encontrar nuevas posibilidades de cómo reinventar los negocios y la vida en general, en este maravilloso planeta”.