'Mis crónicas de aeropuerto'

Desde el Periódico PublicidAD lanzamos un año más nuestro ‘Especial Agencias Independientes‘, donde diferentes profesionales del sector ofrecen su particular punto de vista sobre el panorama actual de este tipo de agencias. Hoy le toca el turno a Jesús Ovejero, Managing Director & Partner en Manifiesto. ¡No te lo pierdas!

“Escribo este artículo desde el aeropuerto en uno de los múltiples viajes que realizo a Barcelona. Decía mi abuelo y luego mi padre que si los tontos volasen no veíamos el sol en la vida, y no, este artículo no va de tontos, que los hay y muchos, pero no va de eso, va de ver el sol y no dejar que otros te lo tapen... Hace unos años cuando arranqué esta aventura en Manifiesto me decían algunos compañeros de profesión que tuviera cuidado dónde me metía, que era una agencia pequeña (qué equivocados estaban), que iba a tirar toda mi carrera a la basura.... Por aquella época había dejado de trabajar en una multinacional, la cuarta o quinta de mi carrera... o sexta...y había montado una consultora por mi cuenta, de corta trayectoria, pero exitosa y que me había devuelto una tranquilidad alcanzando una paz espiritual y un equilibrio profesional que necesitaba en ese momento en mi vida. Y así estaba yo tan tranquilo cuando se cruza Manifiesto en mi vida.

Manifiesto, allá por 2016, era una agencia independiente, nacida en Barcelona y ya importante en esa época que quería dar el salto a Madrid, una locura a mi modo de entender ya que muy pocas agencias habían triunfado en este menester. Sin embargo, esa aversión al riesgo y esa ambición me gustó como para escuchar el proyecto. Escuché y me fui a Barcelona a comprobar que todo lo que me estaban contando era de verdad y me encontré con que todo era según me lo habían contado, esto pintaba diferente a todo lo que me imaginaba (parecía que no me estaban engañando). Dije que sí, me enrolé en el barco y en la aventura y un 16 de mayo (post San Isidro) abríamos en Madrid.

Unos años más tarde seguimos con la ambición intacta y con una aversión al riesgo a veces incluso enfermiza. Hemos crecido mucho y hemos pasado por más de lo que me podía imaginar nunca. He aprendido más en estos seis años que en los anteriores veinte, he tomado más decisiones en un mes que en muchos años de carrera y, sobre todo, vivo con la adrenalina constante. Sigo trabajando en ser más creativo, más valiente todavía y más directo. Me sigue encantando mi trabajo, ahora más que nunca. Valoro y adoro la creatividad ahora más que nunca. Y entiendo que si la creatividad, la estrategia que hacemos, así como un servicio completo no mueve la aguja del negocio de los clientes, no funciona.

Dependemos única y exclusivamente de nuestro trabajo para que un cliente esté con nosotros. No tenemos ataduras reales y externas que nos definan el tipo de agencia que queremos ser. Y para mí esta aventura está resumiendo lo que es ser un publicista en una agencia independiente, es divertido, retador, una lucha constante contra todos pero también

gratificante y que te llena como nada más en el mundo. Si volviera atrás en mi carrera comenzaría en una agencia independiente”.