'Las agencias independientes no existen'

Desde el Periódico PublicidAD lanzamos un año más nuestro ‘Especial Agencias Independientes‘, donde diferentes profesionales del sector ofrecen su particular punto de vista sobre el panorama actual de este tipo de agencias. Hoy le toca el turno a José Luis Moro, socio fundador y director general Creativo de Pingüino Torreblanca. ¡No te lo pierdas!.

“Hay un capítulo de la segunda temporada de Mad Men, en el que Duck Phillips, el Director de Cuentas, descubre que tienen una oportunidad para concursar por American Airlines. Sterling Cooper, la pequeña agencia de la serie, trabaja en ese momento para Mohawk, una compañía aérea regional. American es mucho más grande y Duck propone ir a por ella, pero para hacerlo, dice, la agencia debe renunciar antes a Mohawk. Don Draper, el Director Creativo, se niega, alegando que tienen un compromiso moral, que Mohawk apostó por Sterling Cooper cuando eran una pequeña agencia y ellos se comprometieron a crecer juntos. Pero la dirección insiste, no quieren renunciar a ese pastel, y finalmente, su criterio se impone. Draper es el encargado de decirle al cliente que ya no seguirán trabajando para él. “It´s not my decision”, le dice, pero su explicación no resulta demasiado convincente.

Creo que la gran diferencia entre una agencia independiente y una que no lo es, es que puedes ser fiel a unos principios y no hay nadie por encima con autoridad para obligar a renunciar a ellos. Pero no es tan fácil, porque muchas veces se nos olvida que todas las empresas del mundo, pertenezcan a quien pertenezcan, siempre dependen de alguien, un dueño más dueño que el resto de los dueños: el dinero. Sí, el dinero es al final muchas veces quien toma las decisiones. Cuando Draper, decepcionado, le pregunta a Sterling: “¿Qué clase de agencia queremos ser?”, éste contesta: “Una que pague casas bonitas en la playa”. Hay muchas empresas en el mercado que son un poco así, no ocultan que su único objetivo es obtener beneficios, y de hecho, los exhiben públicamente siempre que tienen ocasión. Pero si tienes ambiciones más allá de los números, por ejemplo, resolver las necesidades de tus clientes de forma brillante o intentar que la gente que trabaja contigo sea feliz, al menos todo lo feliz que se puede ser trabajando en una empresa, ese CEO por encima del CEO, con cara de billete de dólar, te dará más de un quebradero de cabeza. Porque, aunque hay montones de charlas TED, libros de autoayuda y tazas de Mister Wonderfull que aseguran que si quieres ganar dinero, el dinero es en lo último que tienes que pensar, la vida real siempre es más complicada. 

Entonces, ¿no existen las agencias independientes? Probablemente no del todo, pero las que nos hacemos llamar así, aunque estemos más desprotegidas que las otras frente a los caprichos del dinero, al menos podemos soltar de vez en cuando: ‘Quieto ahí, tú no me mandas’”.