'Desarrollo y gestión del talento'

El Periódico Publicidad celebra su 20 aniversario. Un número muy especial en el cual han participado más de cincuenta profesionales destacados con sus opiniones. Hoy le toca el turno a Irene de la Casa, Directora General de Evercom. ¡No te lo pierdas!

“Según el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes el 11% de la población consume diariamente benzodiacepinas u otro tipo de tranquilizantes para tratar la ansiedad, el estrés o el insomnio. Son cifras alarmantes que sitúan a nuestro país a la cabeza en el consumo de este tipo de sustancias. Nos encontramos ante una sociedad cansada en la que las bajas laborales provocadas por trastornos mentales representan ya el 15% según el estudio elaborado por la mutua colaboradora de la Seguridad Social Fremap. Solo en el periodo comprendido entre 2015 y 2021 los procesos de incapacidad temporal por dichos trastornos aumentaron más de un 17% y lo hicieron en un 31% en menores de 35 años.

Millenials y Generación Z son los más afectados por problemas de salud mental. Las redes sociales, la sociedad de la inmediatez, la pandemia y la incertidumbre social y económica están provocando cambios estructurales que los más jóvenes no están pudiendo digerir. Y es que, a pesar de pertenecer al nicho poblacional más conectado con otras personas, un 44% de la población entre 18 y 44 años afirma sentirse más sola que nunca. Este grave desajuste social está trasladándose cada vez más a las organizaciones empresariales en las que, tal y como apuntaba al principio, comienzan a sentirse con fiereza los efectos de esta nueva pandemia mundial: la de la salud mental. 

Si centramos la mirada en el sector del marketing, la creatividad y la comunicación las cifras no son mucho mejores. Ya en 2021, un estudio elaborado por IAB reflejaba que un 40% de los marketeros había visto empeorada su salud mental tras la pandemia y un reciente informe de Neville Johnson recogía cómo la ansiedad afectaba a un 39% de personas que integraban este mismo colectivo a la hora de dormir. Si el nivel de tolerancia al estrés ha de ser alto en cualquier perfil que quiera dedicarse a este mundo, el de los profesionales que trabajan en las agencias vinculadas a esta industria podría calificarse prácticamente de heroico. Al menos, así ha sido hasta la fecha.

Estaremos de acuerdo en que algo tiene que cambiar. En el mundo, pero también en lo que más nos ocupa a los que leemos estas líneas: nuestro sector y las compañías que de él formamos parte. Ha llegado el momento de hacer una reflexión profunda de lo que somos, de lo que queremos llegar a ser y del modelo de liderazgo y de cultura organizativa que queremos establecer en las compañías en las que trabajamos.  La época de los liderazgos jerárquicos ha pasado porque nuestro modelo productivo ha cambiado de forma radical. El salario emocional que aporta un líder más líquido y cercano a las personas que componen la organización puede convertirse en un elemento estratégico para la atracción y la retención del talento. Tenemos que cultivar líderes más humanos, más empáticos y más conscientes de las necesidades de sus equipos dentro, pero también fuera de su lugar de trabajo. Solo de este modo conseguiremos fidelizar el talento, involucrar a nuestras personas en un proyecto compartido y convertirnos en una industria competitiva y en crecimiento. 

Y es que cuando los líderes contribuyen al desarrollo de las personas y se genera un vínculo positivo y humano, los jefes tienden a ser un factor determinante en la permanencia de los colaboradores. Esta industria tiene por delante un reto que no permite esperas. Tenemos que ser capaces de mejorar la flexibilidad en nuestros centros de trabajo, incrementar el bienestar de nuestros equipos y contribuir de forma positiva a su felicidad porque solo dejando de ser consultoras de transición haremos que los equipos permanezcan y nos ayuden a construir un futuro sostenible, productivo, rentable y mucho más sano física y emocionalmente para todos”.