'Por el interés te quiero Andrés'

No te pierdas un nuevo artículo de opinión de Enrique Díaz, Director de Digital e Innovación de Equmedia, referente al número impreso de Septiembre de 2022 del Periódico Publicidad.

“¡Cuán preocupados estamos por todo, hasta que nos cuesta dinero! ¡Cuán intranquilos estamos por todo, hasta que nos ofrecen dinero! ¡Cuán inquietos estamos por nuestra privacidad, hasta que nos dan algo a cambio! Al menos así se desprende de los últimos estudios publicados tanto por Google como Tinuiti, empresa norteamericana especializada en campañas de performance en entornos de Amazon TV, Apple TV y CTV.

¿Ofrecerías tus datos a cambio de dinero? Pues, al menos para el 73% de los entrevistados por Tinuiti, la respuesta fue “sí” cuando se les ofreció 20,00 $ a cambio de alguno de sus datos: el 64% facilitó su correo electrónico, el 31% su nombre completo, el 23% su número de teléfono y el 16% daría su dirección particular. Curiosamente, o no, cuánta más edad se tiene, menos propenso se es a proporcionar información: los boomers, y, en especial, los mayores de 57 años, se mostraron menos dispuestos a compartir información, pasando del 27% al 33% entre aquellos entrevistados que no compartirían información alguna. Tal vez no sea algo tan curioso porque, si se tiene suficiente capacidad, económica, puede que el hecho de que te regalen 20,00 $ no sean suficiente, pero, para un jovencito... 

Por otra parte, se observa también que, en general no nos gusta la publicidad, pero si la alternativa es pagar por ver contenidos, o acceder a estos de forma gratuita a cambio de ver anuncios, entonces ya sí (al menos lo es así para el 89% de los entrevistados por Google en su reciente informe sobre su solución de Privacy Sandbox).

Curiosamente, los hombres estamos más predispuestos a dar nuestros datos que las mujeres, no tanto por ver el contenido, sino porque nos mostramos menos preocupados que éstas ante el posible robo o mal uso de nuestra información personal: un 40% de los hombres versus un 46% de las mujeres indicaron su preocupación ante este problema. Habría que pensar el motivo: quizá un exceso de confianza, quizá la educación recibida, o bien una cuestión genética que provoca una menor aversión al riesgo… No lo sé, pero es una diferencia notable... Aunque si prestamos con atención sobre qué tipos de datos son los que más nos preocupa compartir, o que sean rastreados, es posible que entendamos mejor el porqué de la diferencia entre hombres y mujeres, y es que el robo de la identidad, con un 46% de las respuestas registradas, es lo que más preocupa a la población, mientras que otro 26% de los encuestados afirma estar más intranquilo por salvaguardar la información sobre su situación financiera.

Sin embargo, la utilización de los datos con fines comerciales es una preocupación menor, algo muy curioso si consideramos que gran parte de lo que está ocurriendo en nuestro sector, en los últimos años, se debe a la “preocupación” de nuestros gobernantes por la privacidad relativa a publicidad y los datos comerciales de todos nosotros: solo un 12% indica que esta es su principal inquietud y motivación para proporcionar datos a empresas tecnológicas, y esta cifra alcanza solo el 9% para la posibilidad de ceder datos a los anunciantes. Y, más aún, lo que realmente teme un 18% de los entrevistados es que sea el propio gobierno el que pueda acceder a estos datos, aunque debo recordar que este estudio está realizado únicamente a ciudadanos norteamericanos.

Pero, como siempre, ante nuestro miedo se encuentra la obligación de otros. Cuando se preguntó por quién debía ser el responsable de proteger la privacidad, el 44% respondió que deberían ser las empresas tecnológicas, frente al 32% que dijo que somos los propios consumidores los responsables y mientras que otro 24% responsabilizó al gobierno, … Como podemos comprobar, más de dos tercios, en definitiva, responsabilizó a los demás. Y, ya puestos a indicar responsables, solo Apple y Amazon se libran y son vistos como entornos seguros, mientras que Google Facebook quedaron muy atrás. 

También es curioso cuando se compara en este estudio al buscador Google con DuckDuckGo: la diferencia en cuanto a fiabilidad es más que notoria, pero todos sabemos quién es el líder en cuanto a volumen de usuarios… Ocurre de forma similar cuando se pregunta a los encuestados entre las diferentes redes sociales e indican, de forma general, que todas son más o menos poco fiables, pero Facebook es la percibida como menos segura (y, de nuevo, todos sabemos quién sigue siendo líder…). Así que, en conclusión, podemos decir que sí, que estamos muy preocupados; tanto, que elegimos aquellos que son menos fiables, según nosotros mismos, ¡Qué paradoja! O no… Véase el título de este artículo…

Por último, me gustaría reseñar, aunque nada o poco tiene que ver con la temática de este artículo, que el estudio de Tinuiti también indica algo interesante sobre lo que quiero hacer un inciso: el 70% de los entrevistados indicó que preferiría no ser rastreado, aunque eso significase no recibir publicidad relevante para ellos. Posiblemente porque la presencia de publicidad, sea relevante o no, no es más que una mera molestia visual a la que van a hacer poco o ningún caso. Pero no es algo tan grave: aún nos queda el otro 30%... Pasa en todos los medios y la publicidad sigue cumpliendo su cometido, aunque ese 70% crea que no está reaccionando al impacto...

Os deseo un gran mes a todos y, como siempre, será un placer debatir con vosotros sobre este artículo o cualquier otro tema a través de los perfiles sociales de Equmedia”.