La privacidad sigue siendo una preocupación para los consumidores españoles

AppsFlyer ha publicado su último informe sobre las actitudes y opiniones de los consumidores hacia las aplicaciones móviles en España. A raíz de una encuesta realizada a más de 2.000 consumidores españoles, AppsFlyer identifica que la privacidad es una de las principales preocupaciones a la hora de utilizar las aplicaciones móviles y confirma que las empresas de todos los sectores tendrán que trabajar, cada vez más, para crear una relación de confianza con sus clientes.

En abril de 2021 entró en vigor la nueva actualización de Apple iOS 14.5, en la que los consumidores pueden decidir proactivamente si quieren compartir sus datos o no con las aplicaciones. A consecuencia, las empresas pierden el acceso a una gran cantidad de datos de los usuarios que les permiten medir las campañas de marketing y poder así ofrecer experiencias personalizadas. La encuesta desvela que el 77% de los consumidores españoles está de acuerdo con la decisión de Apple de ofrecer la posibilidad de elegir con qué apps quieren compartir sus datos. No obstante, más de la mitad no cree que sea aceptable que las marcas utilicen sus datos, aunque sea para mejorar la experiencia general de la aplicación.

"Estos resultados confirman lo que venimos observando desde hace tiempo: la gente quiere tener el poder de elegir quién tiene acceso a sus datos, cómo los utiliza y por qué", explica Daniel Junowicz, vicepresidente de EMEA y Proyectos Estratégicos de AppsFlyer. "Aunque se trata de un paso en la dirección correcta desde el punto de vista de la privacidad, no cabe duda de que requerirá que las marcas se replanteen la forma de ofrecer y medir las campañas en el futuro. Con la ausencia de datos a nivel de usuario, los profesionales del marketing tendrán que adaptarse y aprender a generar la misma información a partir de datos agregados. En este sentido, herramientas como la medición predictiva y el software de sala limpia de datos serán fundamentales".

A raíz de los resultados de la encuesta, se ha desvelado que los consumidores españoles son los más propensos a confiar sus datos personales a las aplicaciones bancarias y financieras, siendo un 47% que afirmó confiar sus datos bancarios en aplicaciones que gestionan su dinero. Después de la pandemia, los teléfonos móviles se han convertido en una herramienta esencial en el día a día de las personas, y a través de la cual se pueden llevar a cabo desde operaciones bancarias hasta compras online. El correo electrónico y la mensajería (29%), las redes sociales (26%) y las compras online (25%) son aplicaciones cada vez más familiares entre los usuarios debido a la regularidad con la que son utilizadas. Sin embargo, las aplicaciones de juegos y fitness son a las que más camino les queda por recorrer, ya que sólo el 9% y el 11% de los consumidores afirma tener confianza en ellas.

La encuesta también ha sacado a la luz que los datos anónimos y la información demográfica, como el sexo (39%) y la edad (36%), es información que los usuarios generalmente aceptan compartir en las aplicaciones. El 50% de ellos estaría dispuesto a compartir sus datos en la aplicación si esta fuera transparente e informara el uso que dan a esos datos, lo cual representa una gran oportunidad para que las aplicaciones mejoren sus niveles de transparencia y obtengan mayores tasas de aceptación de datos por parte de los usuarios.

En cuanto a los jóvenes, el informe detalla que un 50% de ellos estaría dispuesto a compartir sus datos antes que pagar una cuota. En este sentido, hay una división equilibrada entre personas que prefieren evitar pagar una tarifa compartiendo sus datos personales, y otra mitad que prefiere pagar una tarifa antes que compartir su información en una aplicación.

El marketing móvil sigue creciendo en España y las herramientas de medición son clave para que las empresas puedan medir y ofrecer experiencias personales a sus consumidores. Sin embargo, en esta era en la que prima la privacidad y la dependencia de los datos, las empresas deben reconocer la necesidad de avanzar hacia formas de medición más sofisticadas y ser más transparentes con sus consumidores.