José Jaime Navarro, propietario de MainlandPress SL, nos trae en exclusiva un nuevo artículo de opinión. ¡No te lo pierdas!
"Cuando una Agencia recibe la solicitud de preparar una campaña de publicidad por parte del cliente, la primera información que obtiene es un briefing que contiene: 1. El mercado genérico y la definición del producto, las funciones y el tamaño del mercado, identificación del consumidor (target), sistema de distribución y ventas, estructura del mercado (por marcas), productos sustitutivos. 2. Comparación con la primera marca de la competencia, puntos fuertes y puntos débiles, formulación del producto y diseño de la marca, presentación, principales usos, nivel de precios, evolución participación de mercado 3. Qué se pretende comunicar (interés del anunciante); justificación (reason why), imagen que se desea difundir en la comunicación ya sea de marca o corporativa. 4. Presupuesto estimado.
Esta información es básica para centrarse e informarse del producto a anunciar y/o promocionar. Pero no es todo. Nada se puede amar sin haber sido conocido antes. Después de una información lo más exhaustiva posible, hay que tomar contacto con la fabricación del producto. Se
impone una visita a la fábrica y a los canales de distribución. No podemos proyectar una campaña sin haber precisado antes sus objetivos y la situación publicitaria en que nos hallamos (lanzamiento o introducción, competencia o mantenimiento). Es de suma importancia estudiar los antecedentes publicitarios de los productos de la empresa, tanto si lo ha hecho la Agencia como si fue producido por otra agencia con anterioridad. En publicidad, hacer un viraje de 360 grados equivale a echar por la borda todo el valor acumulativo de la misma, arriesgarse a producir una imagen contradictoria, y acarrearse muchos más gastos para la misma eficacia que si se hubiera previsto una trayectoria uniforme.
La presencia de internet ha supuesto un medio auxiliar de notable importancia en la preparación de la campaña en medios offline. Curiosamente, podemos hablar de atomización de agencias cuya obsesión por diseñar campañas online es la única estrategia que se ofrece para responder a los objetivos del anunciante. La página web es informativa, es demostrativa del producto y testigo de toda acción promocional en Ferias y pruebas de producto. Pero no es vendedora per se. La publicidad offline traslada el interés por la marca y producto a la argumentación que le prepara la página web (publicidad online), sustitutiva de la presencia del vendedor físico. La unión de ambas estrategias de comunicación, permiten el cierre de venta. Sólo cuando el usuario necesita recabar información de un producto que ya tiene en mente, es cuando la publicidad online entra en acción. Pero él ya ha sido persuadido por la publicidad offline".