2022 será el año del metaverso

El futuro de Internet todavía no ha nacido, si bien está dando mucho de qué hablar en los últimos meses. La palabra "Metaverso" está en boca de todos desde que Facebook se rebautizó como Meta y así se posicionó como uno de los principales actores del nuevo mundo virtual.

¿Estamos ante un fenómeno pasajero o ante un hecho que abre las puertas a un nuevo mundo y perspectivas de inversión? Los expertos de Tiendeo.com, la plataforma especializada en la digitalización del sector retail, han evaluado el potencial del metaverso y sus oportunidades para el sector del retail.

¿Y qué es el metaverso? El Metaverso es en definitiva un conjunto de experiencias virtuales generadas a partir de las tecnologías de realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV), donde el individuo puede interactuar con otras personas y/o objetos, e incluso adquirir bienes virtuales a través de un avatar. Con el desarrollo del metaverso se busca extender el mundo real al mundo virtual haciendo que las acciones más cotidianas se conviertan en todo un espectáculo.

El estudio Into the metaverse elaborado por Wunderman Thompson Intelligence explora qué es el metaverso, cómo está cambiando la vida de las personas, las nuevas oportunidades que se están creando y por qué las marcas y retailers deben prestar especial atención a esta nueva oportunidad de conectar con el consumidor.

Según dicho estudio, las marcas y enseñas deberán seguir haciéndose las preguntas adecuadas. Saber escuchar, observar y comprender a su audiencia tendrá un papel más relevante junto con la inteligencia del negocio que estará sujeta a un análisis exhaustivo de los datos.

Metaverso, ¿Un nuevo canal de marketing?

Como extensión de la actual estrategia de medios, el metaverso aparece como un canal más a integrar en el plan de medios de los equipos de Marketing.

Así, apoyarse en el metaverso significará en gran medida adaptarse a las tendencias de consumo de la población. Una iniciativa que establece nuevos límites para el comercio minorista y presagia el gamevertising, mundos virtuales que están llamados a convertirse en verdaderos campos de batalla de publicidad.

Algunos publicistas afirman que para tener éxito ante esta nueva coyuntura hay que considerar el metaverso como un reino virtual en el que el individuo se adentra para evadirse del mundo real. Eso significa que las marcas no deben crear nada que se parezca a la publicidad tal y como la conocemos.

Además, será necesario comprender un universo necesariamente complejo, compuesto no de uno, sino de decenas de metaversos. En Estados Unidos, por ejemplo, existen 4 grandes empresas compitiendo por ser la número uno en su carrera por dominar el metaverso: Meta (Facebook), Roblox, Fortnite y Microsoft, así como otros gigantes tecnológicos que también marcarán la pauta de esta industria durante el próximo año.

El Metaverso y su conquista del sector retail

El comercio minorista ha experimentado una elevada aceleración en los últimos años que ha desembocado en un avanzado proceso de digitalización, si bien éste todavía está pendiente de experimentar su gran revolución con el Metaverso.

La ambición por dominar estos nuevos espacios virtuales no es en vano, ya que su dominio implica controlar en cierta medida la forma de interactuar de las personas. Esta nueva tecnología presagia una nueva manera de conectar con el consumidor en la que los retailers y las marcas tendrán que “estar” a fin de comunicarse mejor con las generaciones más jóvenes, ya sean GenZ o Gen Alpha.

Las oportunidades que ofrece el Metaverso son infinitas, sobre todo en el ámbito del comercio, así la compañía tecnológica Wildbytes estima que en los próximos 5 años 70% de las grandes marcas tendrán presencia en el metaverso.

Algunas empresas ya prometen lanzar un producto para 2023 y otras ya están viendo la posibilidad de crear centros comerciales, boutiques y tiendas virtuales donde los avatares digitales podrán realizar sus compras de productos NFT y pagar en criptomonedas. Bloomberg Intelligence estima que el metaverso ya tiene un valor de 500.000 millones de euros y calcula que llegará a dos billones al final de esta década.