Quienes son papás y mamás de gatos hacen todo lo posible y lo imposible por sus hijos felinos. No importa que el minino en cuestión se muestre extraordinariamente arisco y colme de desaires a sus dueños. Este animal, que por algo era venerado por los egipcios, se merece todos los mimos del mundo. Un gato bastante hosco (y digno de ser heredero del mismísimo «Grumpy Cat») acapara precisamente todos los focos en un divertido spot de Samsung para vender las bondades de los televisores Neo QLED 8K.
El protagonista de este simpático anuncio es un felino de la raza «exotic shorthair» que responde al nombre de Bebo y que tiene la fea costumbre de reaccionar impasible a las incontables muestras de cariño de su dueño. El anuncio de Samsung lleva la rúbrica de la agencia BBH Singapur, la productora Immigrant Studio y el director Rodrigo Saavedra.
En el spot Bebo y su amo están desayunando y tomando el aire fresco en el balcón cuando de repente captura su atención un televisor de dimensiones colosales de Samsung que está siendo entregado a domicilio. Bebo se descuelga entonces con un maullido con un increíble parecido a la interjección inglesa «wow», proferida habitualmente para mostrar deleite y sorpresa.
