La última 'locura' de Elon Musk en Twitter

Elon Musk anunció la semana pasada el cambio más drástico y polémico desde que se adueñó de Twitter. Limitar la cantidad de contenido que un usuario puede ver cada día —y, por lo tanto, limitar su permanencia en la plataforma— es el contrasentido de cualquier red social. El magnate culpó a terceros y aclaró que era una medida temporal. Pero la nueva medida es una señal más de qué tan grave es la crisis de Twitter.

Primero, estableció una barrera para que solo los que tuvieran cuenta en Twitter pudieran entrar al sitio. Antes, incluso las personas sin perfiles en la plataforma podían ver los tweets. Luego vino el límite diario para las cuentas no verificadas: 600 tweets por día, que a las pocas horas aumentó a 1.000. Musk fue un poco más considerado con quienes pagan Twitter Blue: para este grupo minoritario, la visualización se bloquea luego de los 10.000 tweets.

La controvertida medida es la enésima prueba que de Elon Musk tiene poco o nada bajo control en Twitter. Es, al fin y al cabo, incapaz de agasajar con una experiencia mínimamente decente y funcional a los usuarios de la que otrora fue una de las redes sociales más vibrantes e importantes de la galaxia 2.0.