El brutal impacto económico de la final de Copa del Rey entre Real Madrid y Osasuna

La final de la Copa del Rey que disputarán este sábado en el estadio de la Cartuja el Real Madrid y Osasuna supone el colofón a los datos de ocupación hotelera, que estos días serán de “lleno técnico”, y de consumo que registra anualmente la ciudad de Sevilla en la Semana Santa y la Feria de Abril.

Los cálculos del impacto económico de la final son de más cincuenta millones de euros frente a los 45 que se registraron en la pasada edición, también en La Cartuja entre el Betis y el Valencia, y en la que el matiz respecto a ésta es que uno de los contendientes era de la ciudad de Sevilla, informaron a EFE fuentes del Ayuntamiento.

La pasada edición de la final, jugada el 23 de abril de 2022 también en La Cartuja, las calles de la ciudad se llenaron con ambas aficiones, aunque no así los hoteles, que tomaron el color naranja de la afición valencianista durante los días previos al partido y en la noche en la que se jugó.

En esta edición, compiten dos equipos que llegan a Sevilla acompañados de sus respectivas hinchadas que desde este viernes ya han empezado a llegar masivamente a la ciudad; y ello hará, según las fuentes, que la ocupación hotelera sea de “lleno técnico”, un porcentaje de un 95% al estar actualmente los establecimientos en un noventa.

A una semana del final de la Feria, Sevilla cuenta con un acontecimiento que prolongará durante un fin de semana, con las vísperas y la resaca del domingo, las cifras de consumo en bares y restaurantes y, en menor medida, de ocupación hotelera al concentrarse las llegadas en el día del partido.

Para ello, Renfe, ha programado un dispositivo de refuerzo con 15 trenes especiales desde Madrid, cinco el sábado y cuatro el domingo; Pamplona, dos y dos; y Zaragoza con 8.000 plazas adicionales para facilitar los desplazamientos de los aficionados de ambos equipos durante la jornada del sábado hasta la capital hispalense y el regreso tras finalizar el encuentro.

La mayoría de los aficionados madridistas y osasunistas ya han empezado a llegar a Sevilla y a darle color a las calles de la capital hispalense, en las zonas acotadas y en las calles céntricas de la ciudad, en plazas y bares en las que el consumo se ve alentado por las altas temperaturas superiores a los treinta grados.