El valor de las bebidas frías fuera de casa aumenta en 2022 un 13,3% con respecto a 2021

Sin lugar a dudas, 2022 ha sido un año de avance hacia la estabilización del consumo fuera del hogar, que ha conseguido crecer un 14% con respecto al año anterior, al recuperar parte de lo que el consumo dentro del hogar había tomado prestado durante la pandemia. En cuanto al valor de las bebidas frías fuera de casa en particular, en 2022 este porcentaje ha aumentado en un 13,3% en comparación con 2021.

Según ha explicado Cristina García, experta en Horeca y Foodservice en Kantar, división Worldpanel, en su intervención en HIP-Horeca Professional Expo, el mayor evento de innovación y tendencias para impulsar la hostelería, “nuestras preferencias de consumo para bebidas frías han cambiado: ahora están más concentradas en los momentos principales, lo que nos lleva a un set competitivo diferente”.

Cada ocasión de consumo se ha vuelto más valiosa, ya que, en esa vuelta a la nueva normalidad, hay factores que impactan. Más de la mitad de los actos que no estamos recuperando están relacionados con el trabajo y las ocasiones no planificadas; por ejemplo, si ahora tenemos menos reuniones presenciales, hay ingestas que antes se producían a la entrada o salida de esas reuniones que ahora no se están realizando.

Eso nos lleva a una mayor concentración en los momentos principales: el 40% de las ingestas de bebidas las hacemos en comidas y cenas −un 5% más que en 2019. “En el lado opuesto de la balanza tenemos los momentos de después de la cena, que son los que peor se han recuperado, mientras que las bebidas con alcohol han salido de su core, buscando en el aperitivo y el tardeo una vía para crecer”, ha matizado García.

Todas las bebidas han atraído compradores versus el año pasado, pero la que ha ganado espacio ha sido el vino, que, apalancado en las comidas del mediodía, ha sumado 3 puntos. De hecho, el vino ha ganado espacio tanto en momentos diurnos como en los nocturnos, así como la ginebra y el whisky como combinados en el día.

El set de bebidas cambia también con la edad e, incluso, los jóvenes de ahora son diferentes a los jóvenes de hace cuatro años. Según Kantar, los jóvenes consumen menos cerveza y espirituosas y más refrescos sin azúcar y sin gas que antes: “Los menores de 34 años dedican menos de sus ocasiones al momento de después de cenar, donde las espirituosas están más posicionadas”, ha afirmado la experta.