Shein, AliExpress o Temu están en el punto de mira de la Asamblea Nacional francesa por ser marcas que suman a su catálogo cada día hasta 1.000 nuevos artículos de ropa a sus plataformas.
A mediados de marzo en la Asamblea Nacional francesa se votará una propuesta de ley en la que las marcas de ultra fast fashion serán penalizadas con la prohibición de publicidad en el país, incluida la colaboración con influencers, y los consumidores tendrán que pagar una tasa de hasta 10 euros por cada prenda que adquieran en las plataformas. La propuesta ha sido compartida por el diputado conservador Antoine Vermorel Marques del partido Les Républicains y la diputada Anne-Cécile Violland del partido Horizons.
En redes sociales la acogida a este proyecto de ley ha sido de todo menos positiva. En el diario France 24 han recogido algunos comentarios de redes sociales como: «moda rápida para algunos, la única forma de vestir para otros» o «soy pobre, pero tengo valores, ¡no hago pedidos en estos sitios!». ¡Puedes ser pobre y tener valores!«
En caso de que la propuesta sea aprobada, se espera que grandes grupos de distribución como Inditex y H&M obtengan ventajas significativas. Esto se debe a que podrían experimentar un aumento en la demanda de sus productos, ya que los clientes podrían optar por comprar en tiendas físicas en lugar de realizar pedidos en línea para evitar el pago de la tasa adicional propuesta para los pedidos de Shein en Francia.
