Alphabet decepcionó a Wall Street el pasado martes, ya que sus ventas publicitarias de la temporada navideña se situaron por debajo de las expectativas y eclipsaron los esfuerzos de la empresa en inteligencia artificial y la nube.
Las acciones caían más de un 4% en las operaciones posteriores al cierre. Google, inventor de la tecnología fundamental para el auge actual de la inteligencia artificial, se enfrenta a la dura competencia de los dos actores que han captado la atención del mundo empresarial, OpenAI, creador de ChatGPT, y su patrocinador financiero, Microsoft.
Google aporta un potente conjunto de modelos denominado Gemini a su rival frente a ChatGPT, Bard. Ha llegado a un acuerdo para invertir hasta 2,000 millones de dólares en Anthropic, una empresa emergente de alto perfil en el campo de la inteligencia artificial, para captar clientes de sus grandes competidoras en la nube, Microsoft y Amazon. Además está poniendo Gemini en manos de los anunciantes para que sus dólares sigan fluyendo hacia el negocio de búsqueda de Google.
Aun así, el impulso publicitario de la inteligencia artificial puede seguir estando lejos, en un periodo de preocupación por la incertidumbre geopolítica y económica que podría desanimar a los compradores de publicidad.
Estados Unidos ha empezado a investigar las inversiones en inteligencia artificial, incluidas las de Alphabet, Google se prepara para recurrir un importante caso antimonopolio que perdió, y la empresa, como otras del sector tecnológico, ha estado recortando puestos de trabajo.
