La Comisión Federal de Comercio estadounidense (FTC, por sus siglas en inglés), en una demanda presentada junto a 17 fiscales generales de distintos estados, ha acusado a la compañía dirigida por Andy Jassy de utilizar prácticas «anticompetitivas e ilegales» para mantener su posición de monopolio en el mercado del comercio electrónico.
En un comunicado, la FTC y los 17 fiscales aseguran que las medidas adoptadas por Amazon le han permitido impedir que otras plataformas y los vendedores bajen sus precios, degradar la calidad para los compradores, cobrar de más a los vendedores, sofocar la innovación, así como impedir que sus rivales compitan de manera justa contra la compañía. En este punto, la demanda incide en que Amazon viola la ley «no por ser una gran empresa«, sino «por recurrir a tácticas que lesionan la competencia y que impiden a sus actuales rivales crecer y a los nuevos arraigar«.
«Al sofocar la competencia en precios, selección de producto o calidad y al impedir que sus rivales actuales o futuros atraigan una masa crítica de compradores y vendedores, Amazon garantiza que ningún rival actual o futuro pueda amenazar su posición de dominio«, afirma el escrito, alegando que «la estrategia aplicada por Amazon tiene un impacto de cientos de miles de millones de dólares en ventas minoristas cada año y afecta a cientos de miles de productos vendidos por grandes y pequeñas empresas, así como a más de cien millones de consumidores«.
