Veinte expertos en whisky se unen para crear el Single Malt más ambicioso

Dentro de una categoría tradicional como es el Single Malt aún quedan rincones por explorar y retos que desafiar. A lo largo de sus 130 años de historia, Glenfiddich –el whisky escocés más galardonado del mundo– siempre ha puesto en entredicho las reglas de la categoría que ellos mismos crearon, yendo un paso más allá, probando cosas nuevas de una forma poco convencional. Y eso es justo lo que acaba de volver a hacer con el lanzamiento en España de la segunda entrega de sus ‘Experimental Series'’: ‘Glenfiddich Project XX’. Tras experimentar en primer lugar con toques de cerveza IPA (Indian Pale Ale) en la edición #01, ahora Glenfiddich vuelve a dar una nueva vuelta de tuerca a la categoría con un whisky ambicioso, resultado de una colaboración entre 20 expertos en whisky de 16 países diferentes y el Malt Master de la marca, Brian Kinsman. La suma de tantos años de dedicación, experiencia y saber hacer, unidos por un espíritu innovador común ha dado lugar a un Single Malt superior, de cálidos aromas a frutas de verano y notas dulces de algodón de azúcar y regaliz. ‘Glenfiddich Project XX’ se trata de una edición exclusiva y limitada que abre las puertas a nuevas posibilidades para el Single Malt. Para dar forma a este experimento, Brian Kinsman invitó a algunos de los mayores expertos en whisky del mundo a la destilería de Glenfiddich en Dufftown, Escocia. Ninguno de ellos sabía el propósito del viaje, únicamente conocían el nombre del plan, ‘Project XX’. Con total libertad, cada uno de los 20 whisky experts pudo explorar cada rincón del almacén, estudiar las innumerables filas de toneles apilados y escoger únicamente una barrica de entre todas las rarezas presentes. El resultado, que superó incluso las expectativas del propio Brian Kinsman, es el experimento más ambicioso de los 130 años de historia que atesora Glenfiddich. De color dorado profundo, ‘Glenfiddich Project XX’ tiene el carácter afrutado y cálido del Glenfiddich clásico, aunque más tarde se revelan múltiples personalidades a medida que se van abriendo paso los sabores a algodón de azúcar, canela, almendras o regaliz.