Un par incómodo, la apuesta de Beefeater por la diversidad y el respeto

Vivimos en un mundo que, aunque no lo parezca, no anda muy sobrado de respeto. Respeto por el diferente, por las opiniones contrarias, por la diversidad…

Y, aunque cada uno de nosotros nos pensamos muy tolerantes, si nos miramos
en nuestro día a día, quizá no lo somos tanto. En muchas pequeñas cosas, o
quizá incluso en las más importantes. Porque vivimos en una sociedad complicada, una sociedad de extremos, donde lo diferente incomoda y asusta.

Esa es la reflexión que propone Beefeater con su nueva campaña “Respect”, que se lanza hoy y que ha sido creada en España para la icónica marca nacida en Londres. Lo cual, en sí mismo, ya es una muestra de respeto.

Porque, más que una campaña, se trata de un auténtico propósito: el de crear
una sociedad mejor a través del respeto. Algo que forma parte de la personalidad más fiel de Londres, una de las ciudades más multiculturales y diversas del mundo; la ciudad que vio nacer a Beefeater, y donde se sigue destilando desde 1820.

Beefeater Respect es una apuesta por la diversidad. En este sentido, todas las
ideas, todas las opiniones son respetables si están basadas en el respeto, en la tolerancia. Beefeater quiere crear conciencia, ponerse en los zapatos del otro y reconocer las emociones de la otra persona que pueden ser muy distintas a las de uno mismo.

El lanzamiento de la campaña “Beefeater Respect” se ha tangibilizado en esta
primera fase con una película, bajo el nombre de “Un par incómodo”. Una
película que nos hace pensar sobre el respeto y la diversidad a través de una potente metáfora: la de una zapatería para ponerse, literalmente, “en los zapatos del otro”. Una historia llena de personajes que descubren el respeto y la tolerancia en busca de ese par de zapatos que les ayuden a entender al otro.

Porque no hay nada mejor para respetar que ponerse en los zapatos de otro.
Porque lo importante no es convertirse en el otro, es entenderle. Y porque lo incómodo no es ponerse en los zapatos de otro, lo que es incómodo es tener solamente un punto de vista.

La campaña no se queda sólo en la metáfora: varias personas reales, protagonistas en su propia piel de historias de respeto y diversidad, forman parte de este movimiento. Ana y Robacho, una chica a la que han juzgado por tener el cuerpo lleno de tatuajes, y un chico discriminado por su color de piel.

Bajo el hashtag #RESP3CT se podrán ir encontrando más historias que nos ayuden en este propósito de concienciar a la sociedad para ser más tolerantes con la diversidad.

Además, en la web oficial de la campaña, existirá una herramienta para ponernos ante el espejo de nuestra actitud: un medidor de respeto de nuestros tweets. ¿Nos atreveremos realmente a enfrentarnos a la diversidad?