No te pierdas un nuevo artículo de opinión en exclusiva de Juan Manuel Beltrán, Publisher Manager en Massarius, para el Periódico Publicidad.
“Dado que mi querido editor no se cansa de oírme diciendo cosas raras en los foros que organiza (muy bien , por cierto) y me ha invitado a participar en de Metaverso e Inteligencia Artificial, me gustaría comentar, así como quien no quiere la cosa, algunas ideas que me van surgiendo cada vez que me acerco a ese terreno de vertiginoso desarrollo.
1º.- ¿Se puede fijar un límite a los futuros desarrollos?
Rotundamente, no. La capacidad de computación, la velocidad aplicada a los análisis de datos y el aprendizaje de tareas complejas va tomando posiciones que hace unos años pensábamos exclusivas de los humanos. Massarius está desarrollando aplicaciones y servicios basados en la IA desde hace ya años y cada vez se avanza en logros más y más afines a las necesidades de nuestros clientes con mejores resultados. No es algo que vaya a llegar: ha llegado para quedarse, sin duda ninguna.
2º.- Creación de ”realidades” alternativas.
Entrando en el terreno de estas posibilidades, además de las aplicaciones obvias en la comunicación comercial, me gustaría llamar la atención sobre el enorme riesgo que tienen estas posibilidades en el terreno de la política. Si ya es complicado distinguir, hoy, la verdad de la mentira en los medios de comunicación y en la hipersegmentación de entornos favorables que ofrece internet, la política puede desarrollar discursos y contenidos, distribuidos “urbi et orbe” absolutamente irreales cuyo impacto podrá ser enorme en el electorado.
Personalmente, creo que no estamos preparados para este impacto que puede alterar de forma importante toda la comunicación política.
3º.- La creatividad humana seguirá en cabeza.
Este punto está cada vez menos claro: la IA y el aprendizaje automático ya ha reemplazado al humano en tareas tan propiamente intelectuales como la generación y el diseño de nuevos microchips. Los diseños que ya se están realizando gracias a la Inteligencia Artificial son mucho mejores que los basados en diseños realizados por ingenieros.
La posición del hombre se va restringiendo cada vez más, personalmente, no alcanzo a ver cuál será el último reducto, esa “aldea gala que resiste al invasor”
4º.- El futuro está escrito en las estrellas…o no
Estamos, creo, empezando con unos desarrollos y unas aplicaciones que apenas nos dan una idea aproximada de su verdadero potencial. La ciencia que ahora domina nuestras vidas es un recién nacido que da sus primeros pasos, inseguros, que nace sobre los hombros de unos gigantes que consiguieron derribar los muros de los convencionalismos sociales y religiosos hace apenas unos segundos en términos históricos. Fueron Johannes Kepler, SXVII, Isaac Newton, a principios del SXVIII y Charles Darwin en SXIX sentaron las bases para que Albert Einstein terminara con la voladura incontrolada de nuestra percepción del mundo físico.
Estoy seguro de que los avances computacionales y el desarrollo de elementos de “hardware” cada vez más pequeños y con más rendimiento, acabarán formando parte de la aplicaciones que serán incorporadas a nuestros centros neuronales mediante implantes plenamente funcionales como ya se ha empezado a hacer en casos de ceguera y de sordera.
No se si estos implantes acabarán dotando al ser humano de aquellas capacidades soñadas por Frank Herbert en sus novelas de Dune, generando “mentats” que puedan realizar cálculos que ahora pertenecen, exclusivamente, al mundo de los ordenadores, pero es muy posible.
Por otro lado, la capacidad de análisis puramente mecánicos, abrirán la puerta al análisis de la comunicación no verbal para determinar la generación de mensajes tanto políticos como comerciales en esos universos inmersivos que nos promete el desarrollo del metaverso.
De la misma manera que , en 1993, no pudimos avanzar la realidad que ahora vivimos gracias a la World Wide Web, me parece que lo que ahora adelantamos no será sino un pálido dibujo de lo que será nuestro futuro creado gracias a todos estos avances”.
