Un encargo imposible

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No te pierdas este interesante artículo de opinión de Juan Manuel Beltrán, Publisher Manager Spain de Massarius.

«Hay una petición para un texto que vuelve a casa por Navidad, como El Almendro, y que este año se me antoja más complicada que nunca por varios motivos. Dado que el lector es avezado y se adelanta con acierto a lo que escribo, intentar adivinar lo que que va a pasar en el 2023 en el mercado de la publicidad y que pueda ser considerado como válido y no sólo como un conjunto de lugares comunes que se cuentan para salir del paso, se me antoja un encargo de casi imposible cumplimiento.

Llegamos al final del 2022 casi ciegos, con una mínima visibilidad sobre las inversiones confirmadas para el 2023 y con un panorama mundial definido por la guerra de Ucrania y por la incertidumbre de China, otra vez origen de rumores y confusas noticias sobre el Covid que no sabemos qué consecuencias van a tener.

Es cierto que vamos a mantener las grandes tendencias, que la publicidad programática crece, que la TV lineal pierde fuelle y que determinados targets se han convertido en un preciado trofeo de caza que no sabemos muy bien en qué terrenos se mueven para dispararles. Google anuncia por enésima vez la desaparición de las famosas galletas de terceros y ya tenemos encima de la mesa un buen manojo de mágicas soluciones que aseguran buenos rendimientos, lo cual quiere decir que, hasta que Google nos diga qué es lo que él quiere, andaremos un poco perdidos esperando la solución del Gran Hermano.

Sí sabemos con certeza que la tecnología sigue su marcha imparable desarrollando sistemas, aplicaciones, plataformas y soluciones que seguirán cambiando el mundo a un ritmo uniformemente acelerado, lo cual nos lleva a una velocidad de crucero casi impensable que hace que cualquier predicción cuente con un margen de error altísimo. Si alguien tiene alguna duda al respecto, que piense, si es que había nacido, cómo era el mundo en 1993 y cómo es ahora.

Nada de lo que entonces se esperaba acabó siendo una predicción exacta, así que no nos preocupemos demasiado, que nos iremos adaptando a redes cada vez más rápidas, algoritmos más precisos que permitirán decisiones basadas en los desarrollos de la inteligencia artificial y una cierta sensación de indefensión individual en un mundo cada vez más uniforme, estandarizado y menos libre, lamentablemente.

Como es preceptivo, he estado charlando con amigos y conocidos del sector que, más o menos, comparten esta visión incierta sobre el futuro de inversiones y cambios, de manera que nos enfrentamos a un año en el que habrá que seguir trabajando sobre los modelos probados, avanzar con pasos cautos y aferrarse al trabajo bien hecho, a la lógica de los negocios y tener cuidado con la cuenta de resultados, algo a lo que ya estamos acostumbrados.

Por último, una llamada solidaria en ayuda de mis compañeros de edad: la Cadena Ser hacía público un estudio en el que se demostraba que, de más de 400 empresas encuestadas, NINGUNA, repito, NINGUNA, había contratado a lo largo de 2022, a ningún trabajador por encima de los 50 años. Sencillamente, me parece un “contradiós” mantener esa discriminación ilegal, ese desperdicio de conocimiento y eficacia en función de un criterio de selección que no cuenta con ninguna base objetiva y que, por el contrario, cuenta con muchos estudios que demuestran, de manera fehaciente, que conforma un segmento de trabajadores hiper rentable que aporta mucho a las empresas que cuentan con ellos. ¿Cuándo cambiará esta condena que encierra a los veteranos en un mundo de silencio, olvido, desesperación e injusticia?

Si estas páginas sirven de algo, vayan mis mejores deseos para ese colectivo que necesita de justicia, sensatez y rigor en lugar de desprecio, abandono y olvido. ánimo, “veteranos” a demostrar que también hay un lugar bajo el sol para vosotros y a las empresas, más sensatez y menos “manual de instrucciones”, que los CV hay que leerlos enteros y no sólo fijarse en la fecha de nacimiento. Feliz 2023 para todos y en especial, para ese colectivo tan injustamente tratado. A ver si es verdad».

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