Un 2020 marcado por el uso de los emojis

El uso de emojis como idioma universal continúa afianzándose año tras año. 2020 no ha sido una excepción y la influencia de la pandemia ha impactado directamente en su consolidación. De hecho, esta tendencia no solo se ve reflejada en las redes sociales habituales, sino también en aplicaciones para compartir pagos. Así lo recoge un reciente estudio de Verse, la app para compartir pagos entre amigos y familiares a través del móvil.

Verse revela cómo ha influido la pandemia en nuestros hábitos de consumo, puesto que la app solo permite el uso de emoticonos en mensajes para acompañar pagos lo que evidencia cuáles han sido los más utilizados este año 2020 marcado por la crisis del Covid-19.

Entre los más de 1,2 millones de usuarios de la app, los más activos en el uso de emojis han sido las audiencias más jóvenes. Millennials y Generación Z lideran la tabla, siendo la cerveza el icono más utilizado este 2020 por ambos públicos. Por su parte, los mayores de 35 optaron por el 'regalo' como su emoji preferido y continúan incorporando año tras año el uso de emoticonos para acompañar sus mensajes a través de dispositivos móviles.

Tras el fin del confinamiento, los usuarios de Verse dispararon el uso de emojis relacionados con aspectos de prevención. El aumento en los meses de abril, mayo y junio de iconos de virus o de caras protegidas con mascarilla revela la concienciación de los usuarios con la pandemia.

Asimismo, durante las diferentes fases de desescalada se reflejó un aumento de los emojis de ocio. Los iconos con referencias al baile y las copas fueron los más utilizadas desde junio a septiembre, junto a los referentes a gastronomía coincidiendo con la relajación de las restricciones en hostelería y salas nocturnas.

El estudio de Verse también refleja un cambio de patrón en la conducta de los usuarios a la hora de hacer frente a sus pagos vía móvil. La crisis del Covid-19 y el inicio del confinamiento redujo no solo los pagos durante los meses de primavera, sino también la actividad nocturna a partir de mayo con un descenso del 60% respecto al número de transferencias antes de la pandemia.