Singularu cae bajo el hechizo del self-empowerment

Singularu ya ha enamorado a más de 500.000 chicas desde su nacimiento en 2014, cuando Cristina Aristoy y Paco Tormo se decidieron a lanzar la marca con un enfoque ‘customer centric’, es decir, en torno a las necesidades y gustos de sus clientes. Desde entonces, han apostado por ofrecer la mejor calidad al mejor precio posible, apostando siempre por el Made in Spain. 

La marca elabora piezas de diferentes estilos fabricadas en España y cuenta con más de 180 proveedores locales y nacionales que contribuyen a reducir su huella de carbono. Durante los tres primeros años lo hicieron a través de una marca nativa digital. Es decir, vendiendo únicamente a través de la página web. Pero ahora cuentan ya con más de 20 tiendas físicas en Valencia, Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Valladolid, A Coruña, Sevilla, Málaga y Murcia. 

Para este San Valentín, Singularu propone huir de las convencionalidades y celebrar el amor propio como base para cualquier tipo de amor, “porque el verdadero amor comienza por una misma”.

Con unas potentes imágenes de campaña, que mezclan llamativos colores y eslóganes con las joyas de la colección, Singularu nos propone ser las protagonistas de nuestra propia historia y disfrutar de nosotras mismas de forma personal y egoísta, en el mejor sentido de la palabra. Darse amor del bueno, tanto física como mentalmente, es la máxima de esta campaña.

Para promover la interacción con su comunidad, la marca propone utilizar los hashtags #soymisanvalentin y #dateamordelbueno en redes sociales. Además, en Instagram, donde  la campaña está recibiendo una gran acogida, ha realizado varios concursos para fomentar la participación de sus usuarios, como el sorteo activo con la marca de juguetes sexuales Plátano Melón.