'Se busca un hombre genial'

Foto de Leonardo da Vinci
photo_camera Foto de Leonardo da Vinci

José Jaime Navarro, propietario de MainlandPress SL, nos trae en exclusiva un nuevo artículo de opinión. ¡No te lo pierdas!

José Jaime Navarro

"Es difícil encontrar otro Leonardo da Vinci. Esta podría ser  la oferta de empleo para un creativo publicitario. Pero un  hombre genial no es absolutamente indispensable, en  publicidad. Basta un hombre inteligente, con una  personalidad vigorosa. Hay dos cualidades interesantes de  la imaginación creadora de un publicitario:

1. La  representación anticipativa de unos hechos antes de que ocurran

2. La voluntad firme de que esos hechos tengan  confirmación real.

La primera de estas cualidades es  relativamente fácil: cualquier forma pasiva de imaginación  puede conducir a la representación de un futuro incierto.  Pero la segunda supone una conjunción armónica de  distintas facultades, una confianza en el poder de la propia  imaginación, una actitud emprendedora. La facultad  creadora de la imaginación. Se puede ser perfectamente  original haciendo lo que todo el mundo, pero al modo  propio. Pero la persona que quiere diferenciarse y ser  “rabiosamente original”, no es auténtica. William  Shakespeare era original porque era auténtico y profundo 

en sus obras. No porque el tema fuera inédito. Hamlet, él dubitativo príncipe de Dinamarca, está basado en una  leyenda danesa anterior. Miles de ideas buenas han surgido  a base de combinar otras ideas anteriores. Basta con ser  auténtico. El creativo publicitario debe trabajar aislado. El  trabajo en equipo sólo surge cuando hay que establecer un  brainstorming de ideas que aporten una solución al  problema. En una agencia de publicidad americana, había  un cuadro en la pared en la que se veía un caballo con dos  jorobas de camello y unas patas de elefante. Debajo se leía:  Labor de equipo. Cuando el equipo no es un conjunto de  personalidades ensambladas e imaginativamente  compenetradas, puede dar por resultado un trabajo híbrido,  monstruoso, en el que se han hecho encajar las ideas de  todos, aunque sean dispares y contradictorias. Para un  publicitario una de las tareas más importantes es dedicarle  tiempo a PENSAR. 

"El que quiere interesar a los demás, tiene que provocarles". Salvador Dalí".