'Publicidad para soñar'

Llega una nueva entrega de la sección “Salomón”, en este caso referente al número impreso de octubre de La Publicidad. No te pierdas su mirada crítica sobre algunos de los spots de actualidad.

La música siempre ha sido un buen recurso publicitario. Canciones que se han hecho conocidas gracias a los spots y spots que rescatan y nos devuelven temas del pasado. Y últimamente, la cosa ha ido de nanas, de música clásica... de temas que nos envuelven y nos relajan entre todo el bullicio de la televisión. Ha sido el caso de Pascual, la tradicional marca de lácteos lanzó ya hace meses un spot que en su día ya me pareció transgresor. Una campaña con la que la firma se desmarca del resto de su competencia dejando a un lado hablar del producto y calidades de forma explícita para transmitir un mensaje de calidad de una forma original y poco habitual. En un momento en el que la sociedad está tomando conciencia de la importancia de la salud, tanto propia como del planeta, la marca traslada a los consumidores un mensaje de cuidado a sus vacas como si de bebés se tratasen. Para ello, y hablando de música, el nocturno de Chopin siempre es una buena opción. Entre otras virtudes de la película, como la realización o la creatividad, el vínculo que pretende la marca queda resuelto, sencillamente, con una pieza musical y un mensaje de actualidad de una temática que a la gente le importa. Porque la referencia a los problemas de la sociedad siempre logran la implicación de la misma y la captación de su atención. De modo que Pascual lo hacho, creo, muy bien.

Aprovecho esta reflexión para comentar brevemente una de las campañas, para mí más impactantes, que nos ha dejado septiembre. Hablo de la que ha lanzado la Sandy Hook Promise Foundation, fundación creada por los padres de algunas de las víctimas de la matanza que se produjo en 2012 en la Escuela Primaria de Sandy Hook (Connecticut, Estados Unidos), donde veinte menores de edad y seis adultos fueron asesinados con arma de fuego. El spot recrea una masacre en una escuela, donde los niños echan mano de sus utensilios escolares para defenderse del atacante. Y es que la vuelta al cole en Estados Unidos no sólo genera nerviosismo en los alumnos, sino también miedo. Una campaña que imposible deje indiferente a nadie y que refleja uno de los mayores problemas que existen en el que es considerado una de las mayores potencias mundiales; el fácil acceso a las armas. Y precisamente es la creatividad, la principal arma que debe usarse para mostrar al mundo lo que ocurre al otro lado del charco para concienciar a las personas e intentar ponerle freno a este tipo de atrocidades cometidas por el ser humano (por llamarlos de alguna forma).

Pero no siempre la publicidad acierta, incluso con el poder de contar con un problema del que informar y concienciar. Aquí radica también la importancia de la creatividad y de la realización acorde a los medios que existen en el 2019. Así, la campaña contra el tabaquismo promovida por el Ministerio de Sanidad deja muchísimo que desear. El mensaje está claro, “el tabaco mata y ata en cualquiera de sus formas”, pero la transmisión del mismo falla por todos los lados. Una realización pésima, que me recuerda a los spots que hacía con mis amigos en prácticas, y una creatividad que, de hecho, no tienen nada de creatividad.

Gracias a Dios, este caso es uno entre muchos. No me canso de decir que creo que la publicidad española está pasando por un buen momento en lo que a creatividad se refiere. Y, entre campañas multimedia, ha habido un anunciante que me la ha traído de vuelta la esencia del spot de televisión. Este es Volkswagen, quien lanzaba este verano una nueva campaña de publicidad. Protagonizada por un jingle, repetía sin descanso el concepto “como un Golf, no es un Golf”. La campaña pone el foco en el hecho de que el Volkswagen Golf ha sido, desde su aparición hasta nuestros días, el referente en vehículos compactos. Algo que ha provocado que desde otras marcas se utilice la comparación con el Golf como argumento de venta para dar salida a los modelos de su mismo segmento. De esta manera Volkswagen volvía a poner en valor al Golf como referente entre los compactos, destacando “el carácter único y original del modelo que lo ha convertido en un coche con unas características muy especiales”. Un spot impecable, en el tema elegido, la realización, el dinamismo en las imágenes y, como ya viene siendo habitual, el sonido de su insignia al final. No dejen de echarle un vistazo.

Y, como si de una jornada se tratase, me despido con una nana para dormir. Porque la marca Audi ha elegido el soñar como centro de su campaña. Con un spot que me recuerda mucho al de Pascual. La ejecución parecida de las imágenes de luz tenue, la música de fondo y el sueño y descanso como protagonista, me transmiten un resultado parecido con un mensaje muy distinto. En este caso, Audi afirma que 'Los sueños están sobrevalorados'. ¿Lo están?

Dixit.