Algunas agencias de comunicación trabajan a toda máquina desde hace unos días. Mientras que la reforma de las pensiones fue promulgada el pasado viernes, Emmanuel Macron hizo su regreso a los franceses esta semana. Oportunidad para que los detractores del aplazamiento de la edad legal de jubilación se hagan oír golpeando cacerolas con otro utensilio. Y para algunos fabricantes de hacer sus mieles en esta actualidad social tan tensa. El viernes, la empresa sueca Ikea lanzó un nuevo anuncio bastante original.
En una publicación colgada en sus redes sociales, Ikea destaca un modelo de cacerola de bajo coste. "A este precio, puede hacer mucho ruido", dice el anuncio de Ikea. Se trata de una clara referencia a los ruidosos comités de recepción que se han montado en los últimos días cuando el presidente de la República, o algún miembro del Gobierno, viaja a Francia. El jueves, fue la empresa francesa Cristel la que ya lo ilustró. "Señor Presidente, en Cristel fabricamos ollas y sartenes que hacen avanzar a Francia", se burló la empresa en Twitter.
Esta burla respondía a las irónicas declaraciones de Emmanuel Macron. Según él, no son "las cacerolas (las que) harán avanzar a Francia". "Podemos reactivar masivamente la industria de las cacerolas, que no producimos lo suficiente…", añadió el presidente, burlón. El jueves, en Ganges (Hérault), el Presidente lo reiteró. Mientras algunos manifestantes habían lanzado huevos y patatas a las fuerzas del orden, Emmanuel Macron había dicho, chirriante, que "los huevos y las cacerolas son sólo para cocinar en casa (él)".
