Penélope Cruz, editora invitada del número de abril de Vogue España

Es el personaje que más veces ha aparecido en la portada de Vogue España desde el nacimiento de la revista en abril de 1988. Esta es la duodécima ocasión en la que Penélope Cruz ocupa este espacio y lo hace de una forma única. En las dos portadas que protagoniza, la actriz juega a interpretar a la mujer emblemática de dos grandes figuras de la moda internacional que también tienen gran importancia personal para ella: Karl Lagerfeld para Chanel y Versace.

El homenaje a Lagerfeld está firmado por Peter Lindbergh y se realizó en Madrid, pocas horas antes de la muerte del diseñador. Fue el propio diseñador alemán quien quiso que Lindbergh, al que apreciaba y admiraba, retratara a Penélope en un reportaje único para el que la intérprete seleccionó algunos de sus diseños predilectos desde la llegada de Lagerfeld a Chanel, en 1983, hasta la colección para esta primavera. Los trajes viajaron por carretera hasta Madrid, una cesión excepcional para una casa muy cuidadosa con su patrimonio.

La actriz fue la única de las musas de la casa que apareció en el desfile de la colección póstuma de prêt-à-porter otoño/invierno 2019, y aparece en la portada de Vogue España con un traje de 1983, el primer año de Lagerfeld en Chanel. “Cuando me puse el traje rojo de 1983, noté la lana y sentí un escalofrío. Todos sabíamos que no había salido a saludar al final del desfile de alta costura de enero y que no se encontraba bien, aunque no se sabían los detalles. Tuve un momento a solas, cuando me vestía... y horas más tarde murió. Siempre relacionaré estas imágenes con el día en que él se fue. Es una casualidad impactante. Además, Peter y Karl se quisieron mucho. Todos remamos en la misma dirección para poder realizar este tributo que él nunca vio”, explica la actriz en la revista.

El tributo a Donatella Versace, a quien Penélope encarnó en la serie American Crime Story en un papel que le valió nominaciones a los premios Emmy y Globos de Oro, está fotografiado por Luigi and Iango. En la portada, la actriz luce la recreación de uno de los diseños más emblemáticos de Gianni Versace: el traje de imperdibles que Liz Hurley lanzó a la fama en 1994, reeditado ahora por su hermana para la colección pre-fall 2019. “El año pasado Donatella estuvo muy presente en mi vida al preparar el personaje. Pasé horas viendo y escuchando entrevistas y llegué a convertirme en una experta de su historia. Eso me hizo admirarla todavía más y cogerle aún más cariño. En la casa siempre han sido muy generosos conmigo, pero pasé tanto tiempo estudiándola que llegó a ser como una obsesión. Y esta fue una oportunidad de rendirle homenaje otra vez”.

Más allá de las portadas, la implicación de la actriz en el contenido ha sido exhaustiva. Ella ha querido poner foco en la moda española con artículos dedicados a Ecoalf, Palomo Spain o Sybilla así como en sus propios proyectos como diseñadora junto a Swarovski y Carpisa. Además de enfatizar los contenidos de carácter social y medioambiental, con destacadas conversaciones entre expertos de su elección sobre educación, inmigración, la importancia de las hormonas o nutrición.También ha ejercido como directora creativa de todas las sesiones de moda e, incluso, como fotógrafa en dos de ellas. Una afición que hasta ahora había preferido mantener en la intimidad salvo contadas excepciones y que ahora revela con un reportaje en el que descubre a nuevas modelos y con otro en el que recrea la estética de las portadas de Vogue en los años ochenta.

Para esta sesión interior de portadas imaginadas ha contado con la colaboración de algunas de sus más destacadas compañeras de profesión (Úrsula Corberó, Bárbara Lennie, Ángela Molina, Carla Campra, Blanca Suárez, Inma Cuesta y Paz Vega) y de la top model española Blanca Padilla. “He disfrutado mucho las dos sesiones de este número. Especialmente, la de las portadas que yo he fotografiado de compañeras mías porque había que llevarla preparada al milímetro. Era un homenaje a las portadas que veía de niña y fue un viaje de adrenalina. Tuve un equipo maravilloso que me ayudó mucho y me emocionó que estas actrices y Blanca Padilla confiaran en mí. Y que se quedaran luego contentas con el resultado, eso me importaba mucho”, confiesa.

Su especial relación con Pedro Almodóvar también tiene un sitio preferente en este número con un reportaje en el que el director abre las puertas de su casa para una paella en familia en la que se reúnen algunos de los protagonistas de su nueva película, Dolor y gloria,junto a aquellos que forman la productora El Deseo.

Además, Penélope selecciona sus escenas favoritas de la filmografía del manchego para que la joven artista española Camila Falquez fabule a partir de ellas en una producción de moda que certifica la vigencia y la modernidad de la obra de Almodóvar. Un repaso a la evolución de la sociedad española a través del fotoperiodismo, la guía de compras de Goya Toledo, un encuentro con el arquitecto David Adjaye en Londres, el retrato de la complicidad entre Javier Bardem y Juan Carlos Corazza, el trabajo de la fundación Unoentrecienmil o la tendencia favorita de Penélope Cruz para vestir cuando no está bajo los focos son solo algunos de los otros contenidos que forman este número irrepetible y de coleccionista.