José Jaime Navarro, propietario de MainlandPress SL, presenta en exclusiva un nuevo artículo de opinión para el Periódico PublicidAD. ¡No te lo pierdas!
“Los publicitarios que estamos todavía en el mercado donde esta vocación jamás morirá, tenemos a estos “gurús” de la comunicación como profesionales de cabecera. Seguramente muchos de los jóvenes publicitarios de hoy no han oído hablar de los maestros de la publicidad. Estos ocho creativos que acumularon solera en la industria publicitaria son equiparables a Picasso, Albert Einstein, Henry Ford o Neil Armstrong. Nadie ha hecho tanto por la publicidad como ellos. Descansen en paz.
Su impronta data desde los 40 hasta los 60 y sus campañas son base de cualquier tesis. Realmente los años 60 nos puede enseñar mucho sobre la publicidad. Pero, claro, no estamos ya en esa década. Vivimos en un mundo diferente; si tratamos de mantenernos en el pasado, nos arriesgamos a perder el presente. La publicidad de las camisas Hathaway probablemente no
funcionaría hoy día. Del mismo modo que el anuncio de la cerveza San Miguel de 1963 “Más placer en las comidas” con un diseño a línea en blanco y negro, formó parte de otra generación que fue motivada en el pasado pero que no tiene nada que ver con la actual y menos con la futura. 2023, es un tiempo distinto al de 1960. Y no podemos cambiarlo. Algunos demógrafos mantienen que “hay un regreso a los valores tradicionales”. De acuerdo, pero ello no quiere decir que podemos regresar al pasado. Por supuesto que la buena publicidad de los 60 no podemos tirarla por el sumidero. Algunas de aquellas verdades son incontestables y todavía válidas, pero sólo en el contexto del siglo XXI.
La publicidad no debe valer para vender el producto del fabricante, debe valer para motivar la venta al consumidor que ha cambiado y cambiará en las futuras generaciones. El camino más seguro para el fabricante y su marca para no perder el futuro es mantenerse en el presente, o peor todavía, en el pasado.
Quizás la razón por la que muchos empresarios miran hacia la publicidad de la era dorada sea porque no hay gran innovación creativa.
Hay doctas opiniones para elegir una Agencia de Publicidad. Pero eso es otra historia”.