Más de un tercio de los consumidores cambian de marca por su compromiso social y medioambiental

Boston Consulting Group (BCG), Global Fashion Agenda (GFA) y Sustainable Apparel Coalition (SAC) han publicado una nueva edición de Pulse of the Fashion Industry, un informe que evalúa anualmente factores medioambientales y sociales de la industria de la moda en términos de Pulse Score (indicador de sostenibilidad que emplea el informe).

La concienciación sobre las prácticas medioambientales y sociales está creciendo entre los consumidores. Sin embargo, los datos de esta edición del informe revelan que la sostenibilidad aún está lejos de ser una consideración clave en las decisiones de compra.

Los datos de la nueva edición del informe revelan además que el ritmo del progreso en materia de sostenibilidad en la industria de la moda disminuyó un tercio en 2018, frenando una actuación que contrarresta el impacto perjudicial del rápido crecimiento de la industria. A no ser que mejore la tendencia actual del Pulse Score (índice de puntuación del informe), la moda continuará contribuyendo al cambio climático, aumentando el riesgo de que no se logre el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados centígrados durante el resto de este siglo.

El Pulse Score ha aumentado cuatro puntos en la nueva edición del informe, de 38 a 42 (sobre 100). En la edición del año pasado aumentó seis puntos, por lo que la velocidad del progreso en el último año ha disminuido un tercio. 

El progreso en sostenibilidad es insuficiente para combatir el crecimiento de la industria

Como se detalla en las conclusiones de 2019, el ritmo de cambio positivo no coincide con el crecimiento proyectado de la industria de la moda. Las estimaciones sugieren que en 2030 la industria mundial de ropa y calzado habrá crecido un 81%, alcanzando 102 millones de toneladas, ejerciendo así una presión sin precedentes sobre los recursos naturales. Si el Pulse Score se mantiene en su trayectoria actual, la brecha entre la producción de la industria y la puntuación del indicador continuará ampliándose, y las consecuencias perjudiciales del aumento de la producción serán aún más difíciles de superar.

El informe desvela que la industria de la moda ha logrado progresar en su rendimiento social y medioambiental en el último año, pero a un ritmo más lento que en años anteriores. La mejora se debe principalmente al rápido progreso entre las marcas que se encuentran en las primeras etapas de su camino hacia la sostenibilidad y han implementado medidas fundamentales en la estrategia, la dirección y el establecimiento de objetivos. Mientras tanto, el progreso, como se refleja en el indicador, se ha frenado entre las compañías más grandes que deben averiguar aún cómo escalar modelos de negocio disruptivos y aprovechar tecnologías innovadoras. Sin embargo, son varias las empresas grandes que han implementado prácticas sostenibles prometedoras que el Pulse Score no mide actualmente, por lo que su impacto no se ha incluido todavía en la puntuación.

De acuerdo con el informe, resolver los desafíos de escala y desarrollar tecnologías disruptivas conducirá a nuevas formas de hacer negocios. Los gobiernos y las empresas también deben colaborar, y los inversores deben instar a sus participadas a mejorar sus prácticas sociales y ambientales.

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