Los nuevos ingredientes que dispararán la transparencia en publicidad

Parece que la anhelada era de la transparencia podría llegar finalmente a la publicidad para quedarse en el sector definitivamente. “La buena noticia” es que esta industria dispone ya de nuevos elementos a su alcance para romper con su tradicional falta de transparencia, una tendencia condenada a su extinción, como clave para garantizar la rentabilidad de las inversiones en marketing. Así lo esgrime Juan Sevillano, director para España de la plataforma tecnológica líder en publicidad Sizmek. Un documento que acaba de publicar la compañía desgrana los cinco nuevos ingredientes de los que se puede nutrir ya la industria publicitaria para promover la consolidación de la transparencia a nivel global. Entre otros, el acceso creciente a empresas tecnológicas con avanzadas herramientas que detectan contenidos informativos peligrosos para las marcas en internet y que avisan en tiempo real cuando eso ocurre, además de socios empresariales que ya aportan datos concretos del rendimiento de sus inversiones a los anunciantes o el aparente final de la llamada era de la “caja negra”, en referencia a las prácticas opacas de algunos de los grandes actores del ecosistema de la publicidad digital. Estas son las cinco claves:
  1. Herramientas tecnológicas que detectan contenidos nocivos en la red. En el sector de la publicidad existen ya actores tecnológicos con avanzadas herramientas que detectan contenidos nocivos para las marcas, como las noticias falsas que lamentablemente sirven de base con frecuencia a la publicidad y dañan la imagen corporativa del anunciante. Es comprensible que los anunciantes quieran estar seguros de la rentabilidad del destino de sus gastos y confiar en los sitios en dónde se verán sus anuncios. “La buena noticia es que todo eso es posible gracias a las nuevas herramientas tecnológicas”, precisa Sevillano.
  2. Una mayor presencia de empresas dispuestas a ser abiertas. Progresivamente ciertas empresas del sector de la publicidad demuestran mayor disponibilidad a informar abiertamente respecto a dónde gastan los presupuestos los anunciantes y dónde se publican sus anuncios, para poder ser conscientes de la rentabilidad de sus campañas.
  3. El aparente fin de la era de la de "la caja negra". La opacidad informativa sobre el destino de los anuncios y la rentabilidad con la que se enmascara el coste real de las campañas ha sido una tendencia en el entorno de los llamados jardines amurallados o "walled gardens", los ecosistemas publicitarios vinculados a ciertas plataformas cerradas. Sin embargo, esta era oscurantista parece que llega a su fin con la entrada de nuevos actores que prometen transparencia, visibilidad y más margen de control al anunciante sobre sus inversiones. ¿De qué sirve tener océanos de datos si ocultamos esa información a nuestros propios clientes?, se pregunta Sevillano. “La información deberá estar disponible para las marcas que elijan gastar su presupuesto de marketing en publicidad digital”, explica.
  4. Datos que avalan la rentabilidad de las estrategias de transparencia. Las prácticas de transparencia ya aplicadas en el sector demuestran que este requisito es indispensable si los clientes quieren sobrevivir y prosperar en una industria como la publicidad cada vez más supervisada y analizada.
  5. Grandes marcas que exigen mejoras e impulsan nuevos avances. Las quejas que manifiestan algunas grandes marcas sobre políticas poco transparentes en el sector y sus amenazas con retirar sus inversiones de ciertos ecosistemas publicitarios están presionando a las firmas de tecnología publicitaria para avanzar en mejorar el sector. En este sentido, Sizmek está dando grandes pasos para ayudar a los anunciantes a rentabilizar mejor sus inversiones en publicidad, añaden sus responsables.