Los consumidores españoles demandan a las marcas que se posicionen ante el acoso sexual

Los valores son más importantes que nunca en la comunicación, gestión empresarial y los hábitos de consumo. El 86% de los consumidores finales y 9 de cada 10 clientes (89%) del sector B2B siguen sus valores y los de su propia compañía, respectivamente, a la hora de realizar una compra. Esta es una de las conclusiones del estudio realizado por la agencia de comunicación Hotwire‘Marcas con conciencia social: El liderazgo frente al nuevo consumidor B2B2C’, en base a una encuesta realizada a 6.218 consumidores, 658 directores de marketing y/o comunicación y 688 Business Decision Maker en España, Australia, Francia, Alemania, Italia, México, Reino Unido y Estados Unidos.

“Los movimientos sociales y políticos junto con fenómenos como las fake news están creando un nuevo consumidor/cliente, por un lado más consciente del mundo que le rodea y más exigente con el compromiso social de las marcas, pero al mismo tiempo muchas veces más desinformado” explica Ludi García, Directora General de Hotwire España y añade “los consumidores esperan que las marcas tomen partido por los problemas que les rodean. Aquellas que consigan demostrar a sus consumidores que comparten sus valores y creencias serán las elegidas”.

Según se desprende de los datos, el problema que más preocupa a los consumidores españoles es la corrupción política. Sin embargo, cuando se les pregunta cuál es el asunto sobre el que las marcas y organizaciones deberían posicionarse en España, en primer lugar, aparece el acoso sexual (27%), seguido de la protección del medio ambiente (26%) y la corrupción política (25%). Este dato contrasta con las respuestas de la muestra global del estudio. A nivel internacional los consumidores eligen la protección del medio ambiente como el principal problema en el que deberían posicionarse la marcas.

En los últimos meses hemos visto diferentes campañas de publicidad y comunicación a nivel internacional donde se lucha contra el acoso sexual y otros temas de carácter social y político. Sin embargo, en España las marcas aún titubean a la hora de desarrollar estrategias de comunicación en torno a temas candentes en la sociedad. Según este estudio, 6 de cada 10 directores de marketing y comunicación (58%) en España creen que sus compañías deberían posicionarse en torno a estos temas de interés social y/o político.

Asimismo, los consumidores españoles manifiestan un alto grado de sensibilización hacia los valores de las compañías. El 53% de los consumidores encuestados han rechazado un producto o los servicios de una compañía, porque no compartía sus mismos valores y hasta un 86% de ellos los tienen en cuenta en sus hábitos de compra​. Los consumidores son cada día más exigentes y tienen en cuenta sus valores a la hora de dar la confianza a una marca o compañía, según se desprende de este estudio.

En el ámbito del consumo B2B, es decir, las compras entre empresas, los valores son igual de importantes. El 89% de los directivos siguen los valores a la hora de realizar una compra o realizar negocios con otra organización. Para estos directivos los valores tienen la misma importancia que el precio.

Las marcas conviven en un escenario de cambios sociales y políticos que pueden poner en riesgo la relación con sus públicos, si no saben responder de manera adecuada. En este sentido, los responsables de comunicación y marketing españoles están mucho más preocupados que sus colegas internacionales por el impacto que una crisis de origen social o político puede ocasionar en sus compañías. Así, frente al 84% de los profesionales responsables de la comunicación y el marketing de las empresas y marcas españolas, que se muestran muy preocupados; a nivel internacional, tan solo un 64% de estos profesionales se muestra igual de preocupados. Esta sensación de peligro se traduce en que la gran mayoría de estos profesionales (90%) tienen un plan en caso de una crisis, aunque tan solo 6 de cada 10 (58%) confiesa que este plan está actualizado.

En palabras de Ludi García, “La clave para construir la reputación de una organización es la relación de confianza entre la organización y sus públicos. Y esta relación de confianza debe asentarse sobre unos valores y un propósito que responda a las necesidades de éstos. Hay que hacer las cosas bien y saber comunicarlas. En eso se basa una buena reputación”.