Los bonos de bienvenida, las armas de las casas de apuestas para atraer a nuevos usuarios

Aunque todavía encontramos algunas excepciones, prácticamente la totalidad de las casas de apuestas deportivas por Internet se han embarcado en una guerra por captar nuevos usuarios. En ella aprovechan el reclamo de los bonos de bienvenida y actúan a modo de subasta para tratar de ofrecer la promoción más alta a un apostante desconcertado por el bombardeo constante de ofertas que escucha por parte de unos y otros.

En el libre mercado, la competencia hace por un lado que el usuario salga beneficiado en esa pelea entre las casas de apuestas que se lo disputan. Todas ellas dan por buena la inversión considerando que ese regalo de bienvenida será a medio plazo recuperado con creces a poco que algunos de ellos se conviertan en el futuro en clientes asiduos.

Sin embargo, las distintas casas se adueñan del espacio publicitario de los medios de comunicación, patrocinan todo tipo de eventos y de clubes deportivos y contratan a exdeportistas para que promocionen su marca, lo que provoca que por otro lado  el usuario quede desinformado ante el gigantesco volumen de reclamos que le llegan y que en ocasiones ocultan su letra pequeña.

Porque detrás de esa atractiva promoción las casas pueden imponer condiciones para dificultar que el apostante saque partido. Exigencia de apostar a cuotas mínimas, obligatoriedad de hacer uso del bono en un período de tiempo limitado o necesidad de realizar un elevado número de apuestas antes de una hipotética retirada son sus tres estrategias más comunes que los ‘novatos’ deben tener en cuenta.

La letra pequeña de los bonos

Acudiendo a ejemplos concretos de las casas con códigos promocionales en sportytrader, podemos comprobar cómo Bet365 otorga un bonus de ingreso de hasta 100 euros en créditos de ingreso, añadiendo en la cuenta de los nuevos clientes en créditos de apuesta la misma cantidad que ingrese. El usuario debe saber que dispone de 30 días para liberar esos créditos, y que debe hacerlo con cuotas iguales o superiores a 1.20 a 1.

Otra de las casas punteras, William Hilll, aumenta esa promoción hasta los 300 euros en bonos. Sin embargo, la recompensa no es automática y el proceso es complicado, porque en una primera parte, el nuevo apostante debe realizar una apuesta de entre 5 euros y 100 euros a cuota 2,00 o superior para recibir una apuesta gratuita de hasta 50 euros equivalente al 50% de la primera apuesta. En la segunda parte de la promoción, el usuario puede obtener hasta 250 euros en créditos pero necesitará ‘ganárselos’ porque las condiciones le exigen la realización de apuestas múltiples de tres o más selecciones. Cumpliendo los requisitos de que sean selecciones diferentes y cada una tenga una cuota igual o superior a 1.30, el usuario opta a conseguir hasta 3 apuestas gratis de 25 euros cada semana, y un máximo de 250 euros… en 22 semanas.

El bono de bienvenida de Luckia es de 200 euros, pero para obtener la primera mitad del bono exige una primera apuesta de entre 5 y 200 euros a cuota 2 o superior. La casa ingresa el 50% del importe apostado en esa primera apuesta hasta 100 euros. En un segundo tramo, el nuevo usuario debe efectuar al menos 10 apuestas que sumen un mínimo de 200 euros a cuota 2 o superior, para obtener 100 euros en 10 apuestas gratuitas de 10 euros.

Sportium dobla tu primer depósito con un bono de hasta 100 euros en apuestas gratis. Pero para liberar y utilizar esa apuesta gratis el usuario está obligado a poner en juego la cantidad del bono asignada a cuota mínima 1,50.

Como puede comprobarse, brillan por su ausencia las promociones automáticas en las que automáticamente la cantidad ingresada por el usuario es doblada por la casa de apuestas, algo que sucedía hace años. A día de hoy, y para poder ser más competitivas en la ‘guerra de los bonos’ las casas convierten en una subasta el apartado de los bonos promocionales con cantidades muy atractivas, que en ocasiones parecen disparatadas, pero que a cambio exigen cada vez más requisitos a cambio.

También encontramos excepciones. Ante la imposibilidad de competir con las grandes compañías, algunas casas como la finlandesa Paf renuncian a participar en esa subasta de bonos buscando un nicho distinto de mercado, el de los pequeños apostantes. En su caso, optan por una promoción más modesta (10 euros gratis y 35 tiradas en una de sus slots) pero sin letra pequeña. Una estrategia alternativa de marketing para garantizarse su porción de la ‘tarta’.