Lo último en zapatos de tacón es que ahora no puedes usarlos

Con la campaña ‘Showroom’, Elche quiere reflejar el drama que viven las mujeres afganas en su día a día, como no poder llevar tacones "porque su sonido podría excitar a un hombre”

Desde que, en agosto, los talibanes tomaran el control del país, Afganistán se ha convertido de nuevo en un lugar extremadamente peligroso para ser mujer. Son múltiples las prohibiciones que se han impuesto sobre el colectivo femenino (desde montar en bici hasta reírse a carcajadas o estudiar en la universidad), y éstas implican un gran retroceso de los avances parciales y frágiles en sus derechos, durante los últimos 20 años.

De entre esas nuevas restricciones, una especialmente sigue resonando en la conciencia colectiva de la ciudad de Elche: “las mujeres no deben usar zapatos de tacón, ya que ningún hombre debe escuchar los pasos de una mujer para no excitarlo”. Y es que si hay un lugar en el que estremece esa prohibición, es allí: una de las capitales mundiales del calzado, donde miles de personas viven precisamente de crear zapatos para ser disfrutados.

Tanto es así que el Ajuntament d’Elx ha decidido aliarse con 3 de las principales marcas de calzado locales (Gioseppo, Pikolinos y Wonders) para mandarle un mensaje claro al mundo, en boca de mujeres ilicitanas al frente de esas grandes marcas, encargadas de proyectar y dar forma a infinidad de zapatos para mujeres libres.

Nuria y Silvia, diseñadoras; y Patricia, responsable de marketing, han tratado de darle sentido a este sinsentido, no solo desmontando argumentos tan radicales, sino también contando cómo viven ellas la igualdad y la libertad en su día a día. La campaña, que cuenta con varios vídeos testimoniales, pretende mostrar al mundo la magnitud del drama que viven las mujeres afganas, y lo hace a partir de una de tantas y absurdas censuras que atentan contra sus derechos: llevar tacones. 

‘Showroom’ se lanzó el día 10 de diciembre con motivo del Día Mundial de los Derechos Humanos, en una gala en la que fueron invitados representantes de la sociedad y asociaciones de mujeres, y cuyo único requisito era precisamente acudir al evento con tacones. Asimismo, en el exterior del edificio gubernamental se encuentra una ‘pop-up store’ simulada, que aparenta precisamente ser un showroom real de esas marcas de calzado, pero que en realidad esconde una pequeña expo que nos enseña que lo último en zapatos de tacón… es que ahora, las mujeres, no pueden usarlos.