Lidl elimina los microplásticos de sus productos de cosmética, detergencia y limpieza

Lidl vuelve a dar un paso al frente en su compromiso con el medio ambiente con una nueva medida pionera dentro de su sector. La compañía eliminará a lo largo de este año todos los microplásticos de los más de 250 productos de limpieza, detergencia y cosméticos que comercializa actualmente bajo marcas propias como Cien, W5 o Formil. A día de hoy, el 45% del surtido de estas familias ya está libre de microplásticos, y la cadena se compromete a eliminarlos del resto de artículos hasta finales de 2021.

Los microplásticos son partículas de tamaño inferior a cinco milímetros que habitualmente se utilizan en la industria para fabricar artículos de limpieza, detergencia o cosmética para, entre otros, lograr una buena absorción de cremas y lociones, mejorar la resistencia al agua, o dar opacidad y con ello apariencia de mayor cremosidad a los jabones.

De la mano de sus proveedores, la compañía está reformulando estos artículos, apostando por alternativas más respetuosas con el medio ambiente como partículas de piedra pómez (perlita) en geles de ducha exfoliante o partículas de bambú (extracto de tallo de Bambusa Arundinacea) en sus jabones exfoliantes para la cara, sin que ello suponga un detrimento de la calidad del producto. Y está identificando sus envases con el sello Fórmula sin microplásticos” para informar a sus clientes.

En opinión del director general de Compras de Lidl en España, Miguel Paradela, “este nuevo hito es el resultado de un trabajo muy minucioso que iniciamos en 2015 junto a nuestros proveedores, en una muestra más de nuestro compromiso continuado con el medio ambiente. Desde hace años trabajamos para ofrecer a nuestros clientes el surtido más sostenible y, como hemos hecho hasta ahora, seguiremos impulsando nuevos proyectos pioneros que aporten valor añadido a nuestros productos y que sean respetuosos con nuestro entorno”.

La problemática de los microplásticos para el medio ambiente

Los microplásticos tienen la particularidad de no ser biodegradables: se descomponen en diminutas partículas, lo que dificulta seriamente su descomposición en el medio ambiente. Según señala un informe de la ONU, estas partículas de plástico son tan pequeñas que no son filtrables por las plantas de tratamiento de residuos. De esta manera, terminan mayoritariamente en el mar, con la posibilidad de ser ingeridas por las especies marinas y, por tanto, de acceder a la cadena alimenticia del ser humano.

En este sentido, un estudio piloto realizado por el Instituto Federal del Medio Ambiente de Austria y la Universidad de Medicina de Viena, a una muestra de personas de distintos países, detectó la presencia de microplásticos en las heces de todos sus participantes. El ciclo de vida de los microplásticos, así como su recorrido e impacto exactos, son motivo de numerosas investigaciones científicas a día de hoy, sin que por el momento se hayan obtenido datos concluyentes.

En todo caso, Lidl ha querido tomar cartas en el asunto y seguir reduciendo las emisiones de plástico, apostando una vez más por alternativas más sostenibles.