Las personas se van adaptando aceleradamente a la nueva forma de comprar

Siguiendo con el objetivo de la agencia Wavemaker de analizar el impacto que el coronavirus ha tenido en los hábitos y comportamientos de los ciudadanos, en esta ocasión han querido estudiar el cambio de comportamiento en el uso de las compras online antes de la pandemia y tras el aislamiento.

Los datos del panel LIVE Panel, encuesta global single-source, exclusiva de Wavemaker, realizada en 54 países a casi cuatrocientas mil personas, muestran que en 2019 el tiempo empleado al día por los españoles en realizar compras online era de 42 minutos (41 minutos los hombres y 43 las mujeres, más aficionadas a la compra online que el género masculino). Pero, analizando en detalle por franjas de edad, destaca ver cómo los que más tiempo pasan al día comprando en Internet son los que se encuentran entre los 25 y los 34 años (52 minutos), mientras que la franja de edad en la que menos tiempo pasan comprando online es la comprendida entre los 55 y los 64 años. De todas formas, tal y como puede observarse en el gráfico adjunto, nos encontramos lejos de los datos globales ( la media de los 54 países analizados).

Pero estos datos pueden haber sufrido un fuerte incremento tras la pandemia. Según datos del estudio del comportamiento del consumidor post-Covid de GWI, el 34,9% de la población española afirma que, tras el confinamiento, comprará online de forma más frecuente, especialmente la franja de edad de 18 a 24 años, donde este porcentaje se incrementa hasta el 41,7%. Pero además está claro que el miedo al contagio se ha implantado con fuerza en la mente de los consumidores, pues el 58,4% de los españoles que han respondido a este estudio afirma que, tras el confinamiento, no irá durante un tiempo (algunos corto y otros un poco más largo) a comprar a tiendas físicas de nuevo.

Sin poder tocar, oler o probar un producto, las personas no disfrutan tanto la experiencia digital como la física, pero se van adaptando aceleradamente a esta nueva forma de comprar. La oportunidad para los minoristas ahora radica en crear marcas socialmente comprometidas y hacer que la compra online sea una experiencia sensorial y atractiva.