La televisión en abierto crece un 3,3% interanual 

Hace unos años, con la irrupción de las plataformas de contenido en streaming la continuidad de la televisión como soporte audiovisual de referencia pareció ponerse en duda. Sin embargo, a día de hoy, esta fuente de información y entretenimiento sigue teniendo mucha fuerza. En concreto, según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la televisión en abierto ha crecido un 3,3% interanual, generando unos ingresos de 344,3 millones de euros. 

Según Martín Caínzos, docente de Dirección Audiovisual y Guion en la escuela de formación audiovisual Treintayicinco mm: “La televisión va a adaptarse para sobrevivir, no va a desaparecer, ni ella como medio ni los anuncios. Todo lo que evolucionará será el formato, igual que con la radio y el cine”. Esta afirmación va en línea con los datos de consumo que se mantienen en la televisión. Y es que, según CNMC, el consumo medio de televisión por parte de los españoles se sitúa en 3 horas y 16 minutos diarios por día y por persona. 

Las OTT vuelven al modelo de financiación tradicional: la publicidad

Así pues, en la actualidad, el gran reto de la televisión es mantenerse y aprender a convivir con otro tipo de plataformas, contenidos y modelos de financiación. En este sentido, cabe señalar que, en primera instancia, las OTT se presentaron al público bajo un modelo de negocio innovador: eliminar la publicidad a cambio de un modelo de suscripción de pago. Aunque este formato ha resultado muy fructífero durante años, la CNMC reconoce que, en el último año, se ha experimentado un descenso del 2,9%, lo que ha supuesto una pérdida de casi 15M€ para el sector. Cifras como estas han provocado que plataformas de streaming como Netflix o Disney+ vuelvan a poner el foco en los formatos tradicionales: financiación a través de publicidad.

En concreto, algunas de estas plataformas han pasado de ofrecer un modelo de suscripción de pago sin publicidad a modelos freemium donde se limita el acceso a ciertos contenidos y se alterna el consumo de contenidos con la aparición de publicidad. Para Martín Caínzos, si bien estos planes más económicos pueden ajustarse más a algunos consumidores por su bajo precio, “está claro que quien tenga un mínimo de interés y pueda permitírselo, seguirá pagando por acceder al contenido de forma cómoda y sin anuncios”. 

En definitiva, se puede considerar que las OTT dan un paso atrás y vuelven al modelo de financiación más representativo de la televisión: la publicidad. Son estos mismos cambios los que ponen de manifiesto la importancia de que el conjunto de la industria funcione bajo unos principios profesionales que garanticen una rentabilidad y ofrezcan un producto audiovisual acorde a las demandas de la audiencia. Es decir, estos profesionales ya no solo deben estar formadas para ofrecer un servicio informativo, técnico o de entretenimiento de calidad, sino que también deben estar preparadas para generar contenido teniendo en cuenta los cambios en la oferta, la competencia o los modelos de negocio.

Por esta razón, existen escuelas de formación especializadas en el ámbito del audiovisual, como es el caso de Treintaycinco mm, que ofrece la posibilidad de adquirir las competencias necesarias a partir de cursos como el Curso de Producción Audiovisual, el Curso de Dirección Audiovisual, el Curso de Realización Audiovisual o el Curso de Edición y Postproducción de Vídeo.  Según Blanca Bescansa, la responsable editorial de Treintaycinco mm, “es imprescindible que las nuevas generaciones dispongan de las competencias necesarias y las herramientas para poder crear, pero también para poder trabajar en un sector que está sometido a constantes cambios”. 

Atresmedia y su guiño a las plataformas digitales

En plena transformación de la industria, Atresmedia colocó en Madrid una polémica pancarta en la que apuntaba directamente a las plataformas de streaming que han decidido incluir anuncios en sus contenidos, dándoles la “bienvenida a la tele”. Si bien es cierto que la decisión de plataformas como Netflix de incluir contenido publicitario va en contra de la que fue al principio su filosofía, cabe destacar que seguirán ofreciendo la opción de planes sin anuncios.

Por otra parte, la publicidad de estas plataformas tendrá un carácter distinto ya que irá dedicada a un público objetivo. Tal y como afirma Caínzos, “los medios han evolucionado con la sociedad y ahora los formatos están muy diversificados, por lo que es normal que los anuncios estén destinados a una generación o mentalidad digital concreta”. En este sentido, cabe destacar que, si bien los modelos de negocio pueden ser similares, ambas formas de ofrecer contenidos son distintas pese a que se pongan a disposición de los mismos clientes potenciales.