La importancia de los diseñadores digitales tras la pandemia

En un momento como el actual, con la grave situación económica en la que se encuentra España y una sociedad donde la pandemia ha transformado los hábitos del consumidor, se ha puesto de manifiesto la eminente necesidad de las empresas de transformarse, reconvertirse y digitalizarse para posicionarse en el mercado y diferenciarse de la competencia, siendo el diseño digital el motor del cambio e impulsor de esta reconstrucción económica.

El Índice de Valor de Diseño creado por el ‘Design Management Institute (DMI)’ refleja que las empresas orientadas al diseño mantienen una ventaja significativa en el mercado de valores, superando al S&P 500 en un extraordinario 219%, lo que pone de manifiesto que un buen diseño impulsa el valor para los accionistas. También el estudio realizado por la consultora McKinsey en el año 2018 mostró que aquellas empresas que ejecutaban con excelencia los principios del diseño obtenían un 32% más de ingresos.

En la actualidad, el diseño no se centra solo en el producto sino en las estrategias. Ahora más si cabe, el diseño digital se ha convertido en una poderosa herramienta para el cambio, capaz de transformar la forma en que las empresas hacen negocios, contratan talentos, compiten y construyen su marca. De hecho, la experiencia del cliente se está convirtiendo en una fuente clave de ventaja competitiva a medida que las empresas buscan transformar su forma de hacer negocios.

Con la llegada de la pandemia, muchos sectores y negocios han tenido que reconvertir toda su estrategia empresarial dando un mayor protagonismo a su posicionamiento online, motivo por el cual ha aumentado la demanda de aquellos profesionales que sean capaces de situar al cliente en el centro de cualquier negocio. Entre los perfiles más demandados se encuentran el de customer success manager, cuyo objetivo es crear una estrategia que impresione al cliente para así fidelizarlo y el del UX designer, el responsable de garantizar de forma integral la mejor experiencia de cliente para conseguir una vivencia plenamente satisfactoria. 

Las ciudades y los países, en cierto modo también son empresas, que necesitan transformarse, posicionarse y resurgir económicamente a través del diseño y de su identidad visual. Un buen diseño de marca de ciudad o citybranding ayuda a una buena gestión pública, a dar a conocer todos sus servicios a los ciudadanos y mejorar su calidad de vida, a potenciar el turismo y el desarrollo industrial, dando a las empresas allí ubicadas mayor visibilidad a nivel mundial.

Un ejemplo de lo anterior puede ser Nueva York, cuya estrategia de branding y marketing contribuyeron a revalorizar la economía y el turismo de la ciudad. Otros buenos ejemplos son Ámsterdam, Oporto o Suiza, donde el diseño y la creatividad están en todas las facetas de la actividad pública.

En España tenemos el ejemplo de Barcelona, Madrid o Valencia que apuestan cada día más por potenciar e incorporar el diseño en sus campañas, en la publicidad y en la imagen de ciudad que quieren proyectar para potenciar su economía y atraer con ello al turismo y a los inversores que ayudarán a la reconstrucción económica del país. Sin ir más lejos, Valencia ha sido elegida como la Capital Mundial del Diseño en 2022. Por primera vez, la Organización de Diseño Internacional elige a una ciudad española como representante del Diseño.