Mientras sigue defendiéndose de los ataques de los conservadores por asociarse con el influencer transexual Dylan Mulvaney, Bud Light está sintiendo ahora el calor de los progresistas.
El grupo de defensa del colectivo LGBTQ+ The Human Rights Campaign ha pedido a Anheuser-Busch InBev, propietaria de Bud Light, que exprese un apoyo más explícito a Mulvaney y a la comunidad transexual. El grupo envió una carta la semana pasada a Lindsay King, directora de personal de la cervecera, denunciando la respuesta de la empresa a lo que considera una oposición basada en el odio.
"En este momento, es absolutamente fundamental que Anheuser-Busch se solidarice con Dylan y la comunidad trans", escribió Jay Brown, vicepresidente de Human Rights Campaign. "Sin embargo, ante las críticas anti-LGBTQ+ y transfóbicas, las acciones de Anheuser-Busch demuestran una profunda falta de fortaleza a la hora de defender sus valores de diversidad, equidad e inclusión ante empleados, clientes, accionistas y la comunidad LGBTQ+".
La carta pide a la empresa que emita una declaración respaldando a Mulvaney; que "vuelva a comprometerse" con los empleados LGBTQ+; y que lleve a cabo una formación sobre transgénero para los ejecutivos.
