“Queda mucho por jugar”, este es el eslogan de la campaña navideña de Juguettos. Un mensaje optimista que únicamente una marca de juguetes de toda la vida puede lanzar en el contexto actual. Ahora, en un momento duro para todos, la realidad vista con los ojos de un niño hace que nos ilusionemos, veamos lo bueno y sigamos jugando con una perspectiva más positiva, porque desde su punto de vista todo es diferente y mejor. La acción, muy pegada a la realidad, nos roba una sonrisa al recordarnos que esta situación ha cambiado a nuestra generación: nunca antes padres e hijos habían pasado tanto tiempo seguido juntos.
No hace falta explicar los motivos. La pandemia que estamos viviendo nos ha obligado a unir dos mundos hasta ahora muy alejados: el profesional y el personal. Haber convivido con los pequeños mientras trabajábamos y ellos estudiaban nos ha permitido conocernos al detalle. Saber el nombre de los jefes, de los compañeros de clase, las peleas del día a día o la última hora de la política es algo único, que jamás hubiésemos imaginado.
De esta realidad que han vivido las familias surge el spot, que recupera el espíritu de la Navidad y sus valores de la mano de los niños. ¡Y ya se sabe que cuando son ellos los encargados de pedir a los Reyes Magos los regalos para todos pueden pasar cosas muy divertidas! Con esta acción, la marca nos recuerda que son los juguetes y el juego los que, incluso ahora, siguen cumpliendo su función principal: conectar a hijos, padres y abuelos para crear experiencias imborrables en la mente de todos.
BTOB, agencia de publicidad independiente, ha sido la encargada del lanzamiento de esta campaña. “Esta es una campaña basada plenamente en el contexto. Es el hipercontexto actual el que ha determinado la acción de comunicación. Juguettos es una marca viva, humana, que ha sabido escuchar lo que ha supuesto este cambio de hábitos para la sociedad y convertirlo en la base de su acción navideña”, explica Guillermo Lázaro, director de estrategia de la agencia.
