«He llegado a mi puesto actual por poner ilusión y pasión en lo que hago»

El empoderamiento de la mujer no es una moda. Surge de la necesidad de dar visibilidad a una problemática que en muchos ámbitos profesionales, sigue existiendo. Techos de cristal, diferencias salariales, conciliación… son algunos de los principales retos a los que se han enfrentado las mujeres en el entorno laboral a la hora de alcanzar puestos de responsabilidad.

Sin embargo, el sector de la publicidad, el marketing y la comunicación cuenta cada vez con más profesionales mujeres, desde directivas hasta emprendedoras que, a través de esta sección especial que lanzamos dedicadas a ellas, hablan de su experiencia en este sentido. Hoy le toca el turno a Kika Samblás, Founder & Managing Director de SCOPEN. ¡No te la pierdas!

¿Cuáles han sido los principales escollos que ha tenido que superar para llegar hasta su actual puesto de trabajo?

Yo no los llamaría escollos porque nunca me lo he planteado como obstáculos en mi vida. Tengo tendencia a adaptarme y a ver el lado positivo de las cosas. He trabajado en entornos en los que encuentras dificultades o bien por el carácter de determinadas personas, líderes o clientes, o bien por características de una relación. Pero la verdad es que, en general, creo que he llegado a mi puesto actual por poner ilusión y pasión en lo que hago, por trabajar muy duro y por retarme siempre a conseguir algo más. Soy una persona perfeccionista y exigente y creo que, aunque es complejo de trabajar porque siempre crees que podrías hacer algo un poco mejor, también te hace retarte a ti mismo de forma permanente. 

Yo tuve una circunstancia personal en el año 2002 que hizo que tuviera que dejar la agencia en la que trabajaba, y me incorporara a la, entonces, Consultores de Publicidad con el objetivo trabajar menos (ahora me río…) Y es que mi segundo hijo debutó con Diabetes Tipo 1, lo que exigía que yo estuviera accesible por la mañana y a medio día para pincharle la insulina. Algo muy difícil cuando trabajas en una agencia, al menos en aquella época. Así comencé durante creo que 6 meses en un horario reducido y luego me fui implicando cada vez más en el proyecto. Me invitaron a ser socia y organicé mi vida para que mi hijo pudiera ser independiente y yo pudiera trabajar en horario completo, incluso extendido y viajar cuando fuera necesario. Efectivamente, cuando me vi forzada a cambiar mi trabajo lo veía como un obstáculo y probablemente un retroceso en mi carrera, pero creo que es una de las mejores decisiones que he tomado y creo que me ha llevado a donde estoy ahora, feliz, con un proyecto propio de la mano de César y con un equipo de buenas personas, profesional y unido, con el que aprendo y me divierto cada día.

Decir que a una mujer le cuesta más alcanzar un puesto de responsabilidad, ¿es hacer demagogia o es totalmente cierto?

Considero que, efectivamente, las mujeres lo tienen más difícil de salida. De hecho, cuando miras a tu alrededor y ves mujeres que han destacado en el liderazgo, casi siempre son mujeres con cualidades personales y profesionales muy destacables. Cuando miras en el sector masculino, evidentemente, hay hombres muy brillantes, pero hay otros que no lo son tanto y, probablemente por el hecho ser hombres, su carrera ha fluido con mayor facilidad. Dependiendo del sector esto se ve más o menos acusado y nuestro sector, que en muchas áreas es muy innovador y de tendencia, ha tenido una importante transición hacia la diversidad y la igualdad de forma relevante en los últimos años. Si simplemente coges nuestro Partners Book de la década de los ´90 y analizas los directivos del mercado frente a los actuales, se ve que hemos progresado y que hay muchas mujeres líderes a día de hoy. Queda todavía un gran recorrido en categorías como creatividad y tecnología en donde debemos hacer un esfuerzo especial por impulsar a estas mujeres y ayudarlas a crecer. Si miramos el EWob Index (Índice de Diversidad de Género de la European Women on Boards) España no está en las mejores posiciones, con una puntuación de 0,46 por debajo de la media europea, por lo que se debe acelerar el cambio en las grandes corporaciones que seguro también ayuda a impulsar el cambio.

En su caso particular, la famosa conciliación familiar, ¿ha sido posible a costa de qué?

Considero que cada uno tiene su punto de vista sobre la conciliación familiar y cómo quiere conciliar. Yo considero que he podido organizarme teniendo cuatro hijos y habría que preguntarles a ellos, que seguro que echaron de menos momentos en los que no he estado por trabajo (sobre todo por viajes) pero creo que, a cambio, mis hijos mayores son responsables, independientes y con una visión del esfuerzo que, probablemente, si no fuera con el ejemplo, habría sido difícil de inculcar. No niego que el COVID y esta temporada, tanto confinados como ahora en casa, me hace valorar muchas cosas que hago con mi hija pequeña que no hice con los mayores. Recibirla del colegio cuando llega y poder preguntar qué tal ha ido el día, poder acompañarla de repente a un recado o a una clase extraescolar. Esto me satisface enormemente, pero no me culpabilizo respecto a por qué no lo hice con los mayores. Mi conciliación ha sido buena, con un buen esfuerzo personal de logística y coordinación y con la suerte de poder tener ayuda.

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