Este año, FAE y McCann Madrid han aunado fuerzas creando una sorprendente acción que además de realizar una labor de concienciación, busca encontrar personas voluntarias capaces de ayudar a los enfermos de Alzheimer y sus familias. 

Fundación Alzheimer España y McCann Madrid llenan Madrid de memorias perdidas

Este año, FAE y McCann Madrid han aunado fuerzas creando una sorprendente acción que además de realizar una labor de concienciación, busca encontrar personas voluntarias capaces de ayudar a los enfermos de Alzheimer y sus familias. 

De esta forma, asociaron un simple pen drive -que es en sí un almacén de memoria- con la enfermedad de Alzheimer cuya característica más conocida es la pérdida de la misma. Con este punto de partida la idea fluyó casi sola, porque cuando a una persona se le diagnostica Alzheimer lo primero que seguramente quiera proteger sean los recuerdos más importantes de su vida. Y eso fue precisamente lo que hicieron, grabaron las memorias de personas con Alzheimer en memorias USB y, literalmente, las perdimos, reproduciendo el proceso de un enfermo de esta patología.

El día 7 de septiembre perdieron cientos de pen-drives por todo Madrid. Bancos, estaciones de tren, autobuses, cafeterías y en otros muchos lugares, para que cualquier persona pudiera encontrar uno de esos pen drives. Como truco, en sus testimonios los protagonistas decían que vivían en una calle que realmente era la dirección de la Fundación Alzheimer España, así daban el dato fundamental para que la gente que lo encontrara pudiera devolverlo. A partir de este momento tan solo quedaba una cosa, esperar. Aquellos que lo vieron entendieron que no era un simple objeto perdido más sino que se trataba de algo muy especial porque contenía lo más valioso que tiene una persona: sus recuerdos.

Y entonces ocurrió, a los pocos días, varias personas que habían encontrado el pendrive y reconocido el valor del contenido fueron a devolverlo a la dirección indicada. Para su sorpresa cuando llegaban a la supuesta casa, descubrían que se hallaban en una de las oficinas de la FAE. Allí se les recibió con entusiasmo y se les explicó la acción en la que ellos habían sido voluntarios involuntarios demostrando ser personas con gran sensibilidad.

Con esta acción han querido abrir un diálogo social y concienciar sobre la necesidad de luchar contra esta enfermedad devastadora para los enfermos y sus familias, en el día mundial del Alzheimer y, lo que es aún más importante, durante todo el año.