¿Es el presupuesto destinado a la transformación digital el principal impedimento de crecimiento?

El estudio Una transformación digital incompleta ha sido elaborado por los profesores de ICEMD Michael de José Belzunce y David Aguirre, con la colaboración de CIONET, itSMF y Penteo, y parte de una encuesta a 70 directivos de grandes empresas españolas representando a 12 sectores que suman en conjunto una facturación anual superior a 74.000 millones de euros y más de 240.000 empleados. Éste concluye que la empresa española está caminando hacia una transformación digital incompleta y descubre cuáles son las principales trabas de la transformación digital en el universo empresarial en España.

Muchos directivos consideran que la transformación digital es simplemente una revolución tecnológica. Según ellos, su importancia radica en el impacto en la productividad, las reducciones de costes y los nuevos productos que pueden crearse basados en los mismos. Este concepto, bastante extendido, resulta minimalista y aunque tiene un impacto positivo en el negocio, resulta limitado, cortoplacista y se refleja en los objetivos que las empresas persiguen con la transformación digital. Según los directivos que han participado en el estudio, con la transformación digital las empresas quieren incrementar ventas con una mayor y mejor presencia en canales digitales, reaccionar lo más rápidamente ante las nuevas demandas de los clientes, fidelizarles mediante la mejora de la experiencia de usuario, adelantarse o defenderse de una disrupción en el sector, reinventarse y crear nuevos canales de venta. Este enfoque funcional de la transformación digital representa una primera fase práctica, donde se buscan resultados inmediatos y donde los responsables funcionales se sienten atraídos por las promesas de mayores ventas y productividad. Cada área es capaz de acotar bien los beneficios esperados, los recursos necesarios y el riesgo: sin necesidad de contar con la colaboración de otras áreas (lo que siempre es más complicado y hace el proceso más lento). Las áreas aprovechan la versatilidad de las tecnologías digitales- y la frecuente lentitud de reacción del área de TI - para buscar aplicaciones inmediatas al margen y sin la colaboración del área de Sistemas.  Los beneficios a corto plazo para las áreas funcionales- rapidez e independencia de TI- oscurecen las desventajas a largo plazo: los costes ocultos de la posterior integración y la alta tasa de proyectos fallidos. El 88% de los directivos consultados consideran que el presupuesto destinado a la transformación digital en la empresa es la principal barrera para la transformación digital. Si la transformación digital se considera algo estratégico, del que puede depender el futuro de la empresa, hará falta un presupuesto ambicioso. Sin embargo, solo el 9% de los casos confiesa estar en esta situación. La presencia de las mujeres en el mundo de la tecnología es escasa, un hecho que puede afectar a la transformación digital ya que -en el estudio- la diversidad de género se identifica como un elemento clave en la creación de una organización con un equipo de excelencia. Solamente el 38% de los CIOs identifica esto como un problema. Poniendo en relevancia la importancia de tomar conciencia, pasar a la acción y participar en la solución de un problema que afecta a todos, mediante la eliminación de las barreras actuales.