"En publicidad el peso de las mujeres en puestos directivos es muy alto"

El empoderamiento de la mujer no es una moda. Surge de la necesidad de dar visibilidad a una problemática que en muchos ámbitos profesionales, sigue existiendo. Techos de cristal, diferencias salariales, conciliación… son algunos de los principales retos a los que se han enfrentado las mujeres en el entorno laboral a la hora de alcanzar puestos de responsabilidad.

Sin embargo, el sector de la publicidad, el marketing y la comunicación cuenta cada vez con más profesionales mujeres, desde directivas hasta emprendedoras que, a través de esta sección especial que lanzamos dedicadas a ellas, hablan de su experiencia en este sentido. Hoy le toca el turno a Marta Sáez Achaerandio, Chief Operating Officer en Omnicom Media Group. ¡No te la pierdas!

¿Cuáles han sido los principales escollos que ha tenido que superar para llegar hasta su actual puesto de trabajo?

Para llegar a mi puesto actual no hablaría tanto de escollos sino de mucho trabajo, de compromiso 100% con tu compañía y sus accionistas, con tus clientes y con tus equipos, y de lo que yo llamo “amor en los ojos” o, en otras palabras, poner pasión en todo lo que haces. Lógicamente a lo largo de estos años ha habido momentos más complicados en los que siempre he pensado que me adelanté a mi época. Fui la primera directiva en pedir una reducción de jornada cuando nació mi hija, muy cerquita en el tiempo de su hermano mayor. En aquel momento solicité a la empresa cierto nivel de flexibilidad para poder compaginar mejor mi trabajo con mi vida familiar sin renunciar ni a una cosa ni a la otra. Pedí una flexibilidad que no encajaba ni con lo que decía la ley por aquel entonces, ni con la cultura presencial. En aquel momento ninguna empresa estaba preparada para aceptar mi propuesta, pero casi dos décadas después, podemos afirmar que la evolución se está produciendo en la misma dirección del camino que yo inicié: buscar fórmulas más flexibles que permitan poder tener una familia sin renunciar a la carrera profesional. El cambio hay que generarlo y hay que impulsarlo desde dentro.

Decir que a una mujer le cuesta más alcanzar un puesto de responsabilidad, ¿es hacer demagogia o es totalmente cierto?

Si atendemos a estudios como la última publicación Grant Thornton en su informe de Women in Business 2021, en España hay un 34% de mujeres en puestos directivos. Este porcentaje está por debajo del peso de las mujeres en la población adulta y por debajo del 56% de mujeres universitarias, y como este dato podríamos dar muchos otros. Es decir, la dificultad es real, aunque la situación puede variar mucho por sectores e industrias.

Yo me siento afortunada de trabajar en un sector como el publicitario en el que el peso de las mujeres en puestos directivos es muy alto (al menos en las agencias de medios), y en una empresa como Omnicom Media Group, en la que el género no entra en la ecuación a la hora de decidir quién debe acceder a un puesto u otro. En mi caso personal, fui ascendida a Directora General de una de las agencias a la vuelta de mi baja de maternidad de mi tercer hijo, y como el mío hay otros casos en el grupo. Por otro lado, en la actualidad hay un 50% de hombres y un 50% de mujeres en el Comité de Dirección.

Sin duda alguna queda mucho camino que recorrer, y hay sectores donde tienen que trabajar más para que se produzca el cambio. Si no lo hacen, no podrán acceder al mejor talento, y perderán un tipo de liderazgo que hoy en día con los retos a los que nos enfrentamos es más necesario que nunca.

Como en todas las crisis, en esta del Covid, ¿vuelven a ser las mujeres el sector más vulnerable?

Todos los informes y estadísticas coinciden en que la pandemia, lamentablemente, ha tenido un impacto muy negativo sobre las mujeres, con las cifras más altas de paro, siendo España el país europeo en el que más creció el paro femenino. Sectores como el turismo o la hostelería y el ocio, con importante presencia femenina han sido de los más castigados por la pandemia. Por otro lado, esta crisis puede hacer que retrocedamos en los avances que se habían conseguido en materia de igualdad, con un aumento considerable de mujeres que se están haciendo cargo del cuidado del hogar, de los niños, los mayores o los enfermos.

Este contexto hace sin duda todavía más importante que desde todos los ámbitos y desde las empresas trabajemos para reconocer el talento con independencia del género, para fomentar el liderazgo femenino y para crear políticas de conciliación tanto para hombres como para mujeres. La educación de las nuevas generaciones en relación con la igualdad y la corresponsabilidad en lo relativo al cuidado del hogar, y de la familia, será clave en los próximos años.

¿Ha notado algún tipo de discriminación salarial en los puestos en que ha desarrollado su labor profesional?

No, en ningún caso.

¿Romper el llamado techo de cristal es posible o solo es un acto reservado a unas pocas?

Quiero ser optimista y pensar que es posible, aunque no sea un camino fácil ni rápido. Es un cambio que tenemos que impulsar como comentaba desde todos los ámbitos, empezando por la educación de las nuevas generaciones en la igualdad de oportunidades, de valores, de corresponsabilidad. Por otro lado, desde el punto de vista de las empresas, las políticas de igualdad y de inclusión, las políticas para facilitar la conciliación comienzan a ser un capítulo importante de los planes presentes y futuros, y este cambio de perspectiva sin duda alguna comenzará a dar sus frutos. 

En su caso particular, la famosa conciliación familiar, ¿ha sido posible a costa de qué?

¡Siempre que me preguntan por la conciliación (en todas o casi todas las entrevistas sobre cualquier temática en los últimos diez años) os animo a que, por favor, empecéis a preguntar también a los directivos por esta cuestión!. En mi caso ha sido posible a costa de renunciar probablemente de tiempo para mí durante unos años. Pero he podido disfrutar mucho de mi familia, de mi trabajo, sin tener que renunciar a ninguna de las dos facetas. El trabajo en equipo con mi marido, la ayuda de mis padres, y en casa, junto con la flexibilidad en los últimos años, han sido fundamentales para poder compaginar todo. 

Siempre he pensado en este sentido que soy una privilegiada ya que hay mujeres que se tienen que enfrentar a todo solas y sin ayuda. Ellas sí que son las verdaderas heroínas.