El impacto de la Responsabilidad Social Corporativa en el Social Media

Debido al gran éxito que tuvo el I Foro Social Media celebrado el 20 de Abril 2017, La Publicidad ha reservado un espacio, llamado #40díasDeSocialMedia, donde los mejores profesionales de la materia muestran su punto de vista sobre las novedades del sector. Por ello, Náyade Cárdenas, consultora de comunicación de Art Marketing, nos habla de Social Media. Según cuenta Plutarco un patricio romano llamado Publio Clodio estaba enamorado de Pompeya, la mujer de Julio César y  una noche “se coló” en su casa para cortejarla. Aunque Pompeya no dio pie al romance, ni se la consideró sospechosa de infidelidad, igualmente fue castigada, porque “no basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo”. Las empresas del siglo XXI son transparentes y vulnerables, están abiertas a millones de Publios que rondan las marcas con intenciones positivas, pero también deshonestas. Y ya no hay muros que hagan impermeables a las organizaciones. Las redes sociales han roto las fronteras de lo público y lo privado. 20130722170442_smynlxEs una realidad que la comunicación empresarial ha experimentado un profundo cambio con la irrupción de las plataformas de Social Media. Entre otros factores esta tendencia se debe a que el pensamiento de los consumidores influye, de manera considerable, en la imagen corporativa de una compañía. Es obvio que la posibilidad de generar conversación entre cliente/empresa puede aportar grandes beneficios a la imagen que se pretenda dar. Pero si esta comunicación no se gestiona bajo una estrategia previamente establecida, puede que el efecto que tenga sea precisamente el contrario y la compañía tenga que afrontar más de un quebradero de cabeza. Cuidar cada detalle minuciosamente es más que una obligación si pretendemos que estas herramientas nos ayuden a crear una comunidad de embajadores de nuestra propia marca. De la misma forma que tener claros los objetivos y los contenidos que vamos a exponer, nos ayudará a hacer llegar al consumidor nuestros valores por un camino nada intrusivo ya que el mismo es quien decide por muto propio interactuar y saber sobre la marca o compañía. Del “parecerlo” al “serlo” Si nos adentramos en la comunicación o en el marketing social, podemos decir que la percepción que una persona tiene de una empresa depende, en muchos casos, del esfuerzo interno que dedique a su Responsabilidad Social Corporativa. Es sensato pensar que estar comprometidos con la sociedad es un factor muy decisivo a la hora de generar una imagen de marca positiva. No obstante, y aunque estas herramientas representen una magnífica oportunidad de ensalzar acciones de RSC, una empresa no tiene que aplicar estos criterios tan solo por la imagen que puedan llegar a aparentar. No se trata de fingir ser quien no se es para poder así ganar adeptos.   Pese a que se recurre constantemente a este pensamiento si hablamos del Social Media a día de hoy, nada más lejos de la realidad, o al menos en este contexto. De hecho, estos soportes ayudan a identificar rápidamente a aquellas compañías que no aplican ningún tipo de criterio responsable en sus acciones cotidianas. Marcas sin barreras Entre sus múltiples caras positivas, podemos afirmar que el Social Media no solo permite a las empresas mostrar sus esfuerzos por hacer del mundo un lugar mejor, sino que involucra a los consumidores en la implementación de estas acciones y crea conciencia a través del diálogo y la interacción. Además, y dada la influencia que generan estas acciones, el Social Media está consiguiendo que muchos directivos contribuyan activamente a construir entidades más sostenibles y socialmente más responsables. Ni que decir tiene que exponer mensajes de RSC en las plataformas de la compañía genera proximidad y refuerza las estrategias de comunicación corporativa. De esta forma, si el impacto es efectivo, el interesado tenderá a difundir los contenidos, hecho que repercutirá positivamente en el prestigio de la organización.  Esto es, como hemos dicho, siempre y cuando el mensaje denote confianza y credibilidad y el usuario sienta un acercamiento a los valores transmitidos. Por tanto, una empresa que dedique tiempo y esfuerzos en implantar acciones de RSC tiene y debe que establecer una estrategia de Social Media constituida por un experto en la que se incluyan dichas tareas. Con ello lograremos conseguir crear conciencia en nuestros consumidores así como potenciar nuestra reputación en el entorno digital.   En definitiva, derribar barreras y tender puentes entre las marcas y los stakeholders ofreciendo información no intrusiva, y creando un escenario propicio para que sea el público el que compartiendo su experiencia, hable de las marcas con la intervención lo más sutil posible de lo que aportan las organizaciones a la sociedad.