El 92% de los datos de Europa se encuentran almacenados en Estados Unidos

El 92% de los datos digitales de Europa están almacenados en Estados Unidos. En un mundo en el que los datos se han convertido en un elemento clave a la contribución de la economía digital y su crecimiento, esta contundente cifra deja patente la necesidad de Europa de reforzar su soberanía en este ámbito. El informe de Oliver WymanEuropean Digital Sovereignity. Syncing values and value” desgrana las claves necesarias para que el Viejo Continente avance hacia esa necesaria independencia digital.ç

A pesar de su carácter estratégico, Europa se apoya en compañías extranjeras para la mayor parte de su vida digital: al porcentaje de almacenamiento de datos se añade el hecho de que la identidad digital de muchos ciudadanos europeos depende de direcciones de correo electrónico extranjeras. Así, a medida que crece el volumen de datos, tanto compañías como ciudadanos pueden verse ‘encapsulados’ y sin capacidad de traspasar sus datos a otras plataformas.

La dependencia digital supone un gran obstáculo, pues para tener éxito económico Europa necesita convertirse en una economía digital líder, algo solo posible si el continente recupera el control, la confianza y la soberanía en los datos y la tecnología digital. Dicha soberanía permitirá a empresas e individuos decidir qué datos se recogen, comparten, utilizan y guardan, reduciendo su dependencia de actores extranjeros.

Alcanzar la soberanía digital y aumentar la escala de la industria digital europea tendrá un alto coste. Según Augusto Baena, socio de Communications, Media & Technology de Oliver Wyman: “El coste será de más de 500.000 millones de euros según nuestras estimaciones: 130.000 millones para 5G, 200.000 millones para la construcción de una infraestructura Cloud y Edge distribuida; 100.000 millones para impulsar la inteligencia artificial; y 100.000 millones para mejorar la ciberseguridad”.

El 5G representa un punto de inflexión tecnológico, y Europa tiene la oportunidad de cambiar la estructura del mundo digital y alcanzar la soberanía en este campo. El éxito, no obstante, requerirá de una acción rápida y a gran escala y, aunque una mayor inversión será importante, no será suficiente. Para tener éxito, la UE debe trazar un camino alineado con sus valores de cooperación y seguridad, así como confiar en sus activos digitales, entre los que destacan los operadores de telecomunicaciones.

A pesar de que Europa ha acelerado recientemente el despliegue de la red 5G a través de un ambicioso plan con el que pretende llevar la cobertura a todas las principales zonas urbanas para 2025, hasta ahora sólo nueve países de la UE han lanzado servicios comerciales de 5G, muy por detrás de EE.UU. y China. Los cuatro principales operadores de EE.UU. ya han lanzado el 5G en más de 40 ciudades, mientras que en China están disponibles en más de 50 ciudades. Asimismo, mientras que Europa solo cuenta con unas 3.000 estaciones de 5G (7 por millón de habitantes), China ya ha desplegado 130.000 (94 por millón de habitantes) y Estados Unidos 10.000 (31 por cada millón de habitantes).

Unir fuerzas para la construcción de la infraestructura 5G, por tanto, será clave en el contexto europeo. En primer lugar, deberían compartirse los costes, y las inversiones deberían enfocarse en áreas que probablemente impulsen la competitividad industrial. Para ello, los operadores deberían ser capaces de formar alianzas con industrias en las que Europa es líder, como los sectores de la automoción, salud y energía.

Por otro lado, los sistemas de Inteligencia Artificial (IA) necesitan ingentes cantidades de datos para mejorar sus capacidades, empezando por el reconocimiento de patrones y avanzando hacia técnicas de predicción más sofisticadas. Así, cuanto mayor número de datos puedan analizar, más inteligentes serán los algoritmos y mejores los servicios que podrán proporcionar.

Datos e IA conforman un círculo virtuoso para cuyo desarrollo, no obstante, es necesario que se den las condiciones adecuadas. La puesta en marcha de una estrategia de datos industrial a nivel europeo, bajo un nuevo marco legal y regulatorio, será fundamental en el camino de Europa hacia el liderazgo en Inteligencia Artificial.