El 88% de los españoles admira a las personas que consumen con conciencia

Es una clara tendencia que la pandemia de coronavirus ha acelerado notablemente: los usuarios no quieren ser meros compradores sino agentes de cambio capaces de influir en el comportamiento de las empresas hacia posturas más éticas y respetuosas. Gelt, especialista en compra inteligente en el sector de gran consumo, ha analizado este fenómeno, que tiene como principales impulsores a los millennials (personas entre 25 y 39 años).

Según los datos de Gelt, esta es la forma en que la concienciación social está afectando al sector del gran consumo:

  • Expectativas sobre las marcas: la Covid-19 ha colocado a las marcas en el punto de mira de los consumidores y ha elevado las expectativas sobre lo que éstos esperan de las empresas en diversos ámbitos. La forma de actuar de las compañías con respecto a sus empleados, al medio ambiente y a la sociedad, en general, irrumpe como elemento clave en la decisión de compra:
  • El 76% de los consumidores recuerda, al menos, una iniciativa positiva en respuesta a la pandemia por parte de las marcas que compra.
  • El 72% de esas personas (el 55% del total de consumidores) admite que esto impulsa su deseo de relacionarse más con estas marcas e influye en su decisión de compra.
  • Y, ¿cuáles son, en concreto, las acciones que más valoran los ciudadanos de las marcas? Entre otras, destacan:
  • Aplicar mayores medidas para proteger la salud y bienestar de sus empleados: (61%).
  • Donar productos o servicios a iniciativas de apoyo comunitario (52%).
  • Sostener las necesidades de los consumidores durante la pandemia (40%).
  • Proporcionar temporalmente acceso gratuito a sus productos y servicios (35%).
  • Mejorar sus precios o términos de contratos para apoyar a los consumidores durante la pandemia (27%).
  • Proporcionar asistencia financiera a iniciativas de apoyo comunitario (20%).
  • Empoderamiento: una consecuencia de la creciente concienciación social ha sido el empoderamiento de los ciudadanos, que están pasando de ser meros clientes a convertirse en auténticos agentes del cambio. Según los datos de Gelt:
  • -El 74% de los consumidores cree que los ciudadanos son capaces de forzar a las empresas a actuar más éticamente.
  • -Y no solo eso, sino que cada vez más, ejercen esa capacidad:
  • el 81% de los españoles cree que el boicot a una marca  puede generar un cambio en sus valores y estrategia corporativa;
  • el 54% afirma haber intentado disuadir a otras personas de no realizar compras a empresas o marcas que no satisficieron sus expectativas como clientes;
  • y una de cada tres personas confiesa haber intentado boicotear a una compañía.
  • El consumo consciente: este proceso que hace elegir a los consumidores teniendo en cuenta la estrategia de las empresas y cuestiones como la logística, el transporte o los procesos químicos necesarios para la elaboración y venta de los productos, se traduce en tres tendencias muy claras:
  • -El 88% de los ciudadanos admira a las personas que consumen con conciencia; un 89% está dispuesto a cambiar su estilo de vida para proteger al medio ambiente; y un 63% está dispuesto a pagar más por productos fabricados de forma sostenible.
  • ¿Quiénes lideran esta tendencia?: los ciudadanos más activos en esta creciente forma de consumir son:
  • 44% millennials (25/39 años); aunque la generación X (40/54) también es muy activa: 34%;
  • Mujeres, un 57%;
  • Familias (35%) y parejas (35%).

Carlos PrietoCEO y cofundador de Gelt, explica sobre estos resultados que: “Estamos ante un cambio absoluto en los tradicionales paradigmas de compra. Los consumidores que antes eran meros transmisores de los mensajes de las marcas, sin cuestionárselos, ahora quieren hacer valer su voz y su capacidad para influir en la sociedad y lo hacen a partir de unos valores mucho más cercanos a la ética. Es un cambio impulsado por la generación de los Millenial, consumidores de entre 25 y 39 años, pero que apoyan las familias, los ciudadanos de hasta 50 y que se va a multiplicar. Las marcas deberán tomar buena cuenta de ello como una oportunidad pero, ojo, que también los ciudadanos descontentos son conscientes del poder de acciones más duras que no comprar, como el boicot”.