El 39% de los consumidores se comprometen con el medio ambiente

El crecimiento de los mares de plástico, la contaminación de las grandes ciudades o las emergencias climáticas, entre otros aspectos, han puesto de manifiesto las consecuencias de un modelo de crecimiento descontrolado e inconsciente.

Esta nueva consciencia sobre la catastrófica realidad es la que ha llevado al consumidor a transformarse bajo el concepto ‘conshumanism’: el paso de individuo a ciudadano comprometido con una vida en consonancia con el planeta y la sociedad. Un tipo de consumidor que, aclara Merchante, “es tal el impulso de su cambio de actitud que ha comenzado a practicar el eco-shame.

Como avanza IPG Mediabrands, la crisis sanitaria mundial originada por la COVID-19 tan sólo ha evidenciado y profundizado una evolución de la sociedad en la que, ya de por sí, crecía el germen de cambio. Una evolución y evidencia a partir de la que se espera que los consumidores graviten aún más hacia los productos eco-friendly. De hecho, el 39% de los españoles afirma que estará más concienciado con el medioambiente tras la pandemia, según datos de la comunidad online Toluna. 

Nuevas exigencias de los consumidores 

La realidad actual post COVID-19 evidencia que estamos ante un usuario en transformación, un consumidor más consciente que está comenzando a cambiar sus hábitos y criterios de compra apostando por la calidad vs la cantidad, buscando minimizar los residuos que genera, demandando transparencia y trazabilidad, rechazando los materiales contaminantes y dando prioridad a lo natural. Un consumidor que pasa de gastar a invertir. 

Esta nueva mentalidad ha llevado a los consumidores a exigir a las empresas y marcas -a las que consideran los principales responsables- que transformen sus procesos, situando la sostenibilidad en el epicentro.

Los sectores deben evolucionar 

La sociedad está transformando su comportamiento: reciclar, reparar y no tirar, la tendencia “DIY”, el consumo de alimentos ecológicos, el rechazo al plástico, la cultura veggie... Y las marcas han de estar donde se encuentren los consumidores para asegurarse un rol relevante en sus vidas.

Adoptar prácticas sostenibles en un momento en el que la mayoría de los consumidores está analizando esa opción, podría ayudar a las compañías a iniciar ese camino hacia la responsabilidad medioambiental. 

Uno de los sectores más contaminantes del planeta, el de la Moda, como parte de la evolución que reclama ahora la sociedad, está viviendo grandes avances en temas de sostenibilidad. Gucci, hace apenas unas semanas, se comprometía a reducir sus colecciones de ocho a dos por año, o grandes players como H&M o Zara tienen ya una línea eco-friendly. Adolfo Domínguez, un modelo circular que apuesta por un menor derroche de textiles, el empleo de materiales reciclables y un ritmo de producción-compra menos frenético. 

La contaminación del transporte, el trastorno en la vida de los locales, las subidas de precio en los productos... Ante esta situación, comienza a florecer un cambio de mentalidad para revertir este efecto y pasar de un turismo destructivo a uno constructivo, lo que se conoce como slow turism.