La agencia DDB Argentina creó la campaña para el medio de comunicación, cuyo desafío era generar una respuesta rápida a lo que estaba pidiendo Francia y desactivar esa petición para que no peligrara el resultado de la final de la Copa del Mundo. El objetivo principal era lograr que la mayor cantidad de gente firmara la petición de la Argentina y, a partir de eso, sumarse a la conversación de manera orgánica y eficaz.
Se diseñó rápidamente una acción que comenzó con un tuit proponiendo a todos los argentinos que juntaran firmas para que Francia “deje de llorar” y luego siguió con una petición creada para tal fin en la plataforma change.org.
Teniendo en cuenta la lógica del ámbito digital, la estrategia fue no mencionar ni a Corta ni a DDB, buscando que la audiencia se sienta parte y no invitada por una marca. La intención era mantener la campaña lo más fiel posible a lo que sucede con este tipo de iniciativas.
De manera totalmente orgánica, sin invertir en su distribución, la publicación se hizo viral y fue noticia en diferentes medios alrededor del mundo que le dieron prensa y exposición a la iniciativa que no solo logró el objetivo de sumar más firmas que la petición de Francia -236.678 vs 801.710, una verdadera goleada-, sino que se transformó al instante en un caso de éxito por la repercusión que tuvo.
