Daniel Rodríguez-Arias, nuevo European Tech Lead en Ogilvy

Daniel Rodríguez-Arias es el nuevo European Tech Lead de Ogilvy. El actual Chief Delivery Officer de Ogilvy Spain asume la responsabilidad de un cargo internacional con el fin de impulsar la oferta tecnológica de la agencia en toda la región europea de forma integrada con el resto de las disciplinas.

Este cargo de nueva creación, que responde a la visión de Andy MainGlobal Chief Executive Officer de Ogilvy, de potenciar las áreas de Tech y Data, rubrica la apuesta de la agencia por un ámbito que ha experimentado una evolución considerable en los últimos años. 

“Que Daniel lidere la oferta tecnológica de la región europea constata el gran trabajo que estamos realizando desde Barcelona para consolidarnos como el hub de customer engagement, Data y tecnología de toda la región EMENA. Su elección es el resultado del trabajo bien hecho por parte de todo el equipo de Ogilvy Barcelona”, asegura Jordi Urbea, Senior Vicepresident de Ogilvy Spain y CEO de Ogilvy Barcelona

Por su parte, Daniel Rodríguez-Arias percibe este nombramiento como una evolución. Este nuevo rol supone “un paso muy importante en mi carrera y muestra cómo Ogilvy trata de promocionar el talento interno. Desde una visión global aportaremos valor a nuestros clientes locales e internacionales, así como múltiples soluciones basadas en creatividad, tecnología y Data”

La nueva unidad internacional marcará criterios y ámbitos de actuación que serán aplicados en toda la región. A su vez, dicho grupo de expertos en el ámbito del Tech y el Data ayudará a aquellos países con menor know how tecnológico, -siguiendo un roadmap definido-, con el fin de desarrollar un plan de crecimiento y mejora.  

En ese sentido, el nuevo European Tech Lead de Ogilvy asegura que la excelencia en la tecnología llega cuando “es ‘invisible’ para el usuario final. De ahí nuestra estrecha colaboración con áreas tan estratégicas en la agencia como la de Experience Design. Nuestra visión es generar experiencias memorables, en la que la tecnología debe ‘no existir’, dado que si el usuario la percibe es sinónimo de que hemos fracasado”.